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El Ayuntamiento estudia soterrar el tráfico en el entorno de La Escandalera

Las primeras aproximaciones de los técnicos al proyecto dibujan la peatonalización entre Fruela, el Pasaje de Uría y el teatro Campoamor

La calle Uría, frente a la Escandalera.

La puerta se va abrir dentro de año y medio, cuando expire la concesión a la empresa que gestiona el parking de La Escandalera desde hace medio siglo. Antes de que llegue el día, el equipo de gobierno quiere tener listo un anteproyecto para darle una segunda vida a un aparcamiento obsoleto y ver qué se puede ganar para la ciudad a cuenta de la nueva contrata. De momento, en las mesas del Ayuntamiento hay unos dibujos “primarios”, pero una idea clara: El futuro del centro de Oviedo se recorre a pie. La idea, sobre el papel, es ampliar el aparcamiento, excavar un nivel más y hacer que el tráfico discurra bajo buena parte de la calle Uría. Estas primeras ideas estriban en que los coches entren en un túnel en la parte baja de Marqués de Santa Cruz y vuelvan a salir por la calle Uría, aproximadamente a la altura del Pasaje. Aunque todo está muy verde en términos de gestión del tráfico, la peatonalización se pretende extender hasta el teatro Campoamor. Los coches también entrarían y saldrían del subsuelo donde confluyen las calles Argüelles y Manuel García Conde.

Lo máximo que actualmente marca la Ley para una concesión de obra son cuarenta años, aunque las primeras aproximaciones de los técnicos estiman que en este caso no se debería llegar a las cuatro décadas. Los planes y planos definitivos de la nueva infraestructura se deberán acomodar a los números que se hagan en los despachos de los técnicos municipales. Todo bajo la premisa de ganar lo máximo para Oviedo, pero gastando lo mínimo de las arcas municipales. Los próximos pasos son estudiar las cifras de los posibles costes y los plazos para ejecutar las obras. Números y medidas que deberán empezar a plasmarse en un anteproyecto de construcción.

La nueva idea no deja de ser una actualización del antiguo plan para la zona, pero lejos de las dimensiones faraónicas que se manejaban entonces. El tiempo de los grandes proyectos parece haberse agotado cuando no entran en juego otras administraciones o los fondos europeos. Lo que en tiempos de Gabino de Lorenzo se llegó a plantear implicaba un soterramiento completo del tráfico por casi tres cuartas partes del perímetro del Campo San Francisco. Lo que se empieza a dibujar en la planta de Infraestructuras de la Casa Consistorial, es una versión “razonable” de aquel proyecto y con una diferencia fundamental: El suelo no se le cedería a una empresa, seguiría siendo de titularidad municipal y las tarifas del aparcamiento estarían reguladas por el Ayuntamiento.

La voluntad es ampliar la peatonalización de Fruela hasta bien entrado el Paseo de los Álamos, haciendo que el pulmón verde del centro de la ciudad termine abrazando la plaza de La Escandalera. Todo ello disparando con pólvora ajena, la de la contratista, y reformando un aparcamiento que no cumple con las normativas actuales de seguridad. Las dimensiones del proyecto se verán limitadas por lo que los técnicos estimen que una empresa puede obtener de la gestión durante las próximas décadas. Y, en el propio aparcamiento, se deberían realizar actuaciones para ponerle al día con las normativas de accesibilidad, ampliar las escaleras e instalar, por lo menos, un ascensor.

La izquierda denuncia que el plan municipal es una “cortina de humo”


Wenceslao López, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento advirtió ayer sobre el impacto ambiental de un aparcamiento “anacrónico”, “hecho para otro tiempo” y de un proyecto que se debería analizar con “estándares actuales”. Para preservar el entorno del Campo el exalcalde exigió un Plan Especial para el centro de la ciudad. Crítico también se mostró el edil de Somos Ignacio del Páramo: “Menuda cortina de humo. Si el Paseo de los Álamos está como está es por culpa del PP y Ciudadanos”, declaró. “Que dos años después de haber paralizado el concurso del entorno del Campo San Francisco admitan que la idea era buena es un ejemplo de sectarismo político”, añadió, en recuerdo de su plan para peatonalizar la zona. Aunque en sus dibujos se suprimía el aparcamiento para darle un nuevo uso a la infraestructura subterránea. Por su parte, la portavoz de Podemos Oviedo, Lluisa Nogueiro, señaló que el aparcamiento debe ser público y estar “al servicio de los vecinos, y no al de una empresa”.

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