La convivencia universitaria se duplicará en Oviedo de cara al próximo curso. La apertura de dos grandes residencias con capacidad para 527 estudiantes a escasa distancia del campus del Cristo convertirá esta zona de la ciudad en uno de los principales focos de juventud entre los meses de octubre y junio. La residencia Aller, ubicada en la calle con el mismo nombre del barrio de Montecerrao, espera ya a sus primeros estudiantes, con una oferta de 317 plazas, tras la culminación de los trabajos para su construcción; mientras, el histórico hotel La Gruta prevé reabrir sus puertas a mediados de agosto convertido en alojamiento estudiantil con capacidad para albergar a 210 jóvenes.

El antiguo hotel La Gruta, en obras. | LNE

La puesta de largo de los dos complejos supondrá más que duplicar la disponibilidad de este tipo de servicios en la capital del Principado. Hasta la fecha, apenas existían media docena de equipamientos de esta categoría, siendo la residencia de Ovida, también en Montecerrao, la más grande, con 252 plazas. A esta se suman la Fundación Docente de Mineros Asturianos (Fundoma), que gestiona la residencia de estudiantes El Bosque, en la falda del Naranco, con capacidad para acoger a 35 universitarios. En el centro de la ciudad, en la calle González Besada, Alojamientos Dohve dispone de 56 plazas de alojamiento para estudiantes, mientras que en la calle Sacramento abre sus puertas la residencia femenina Jorbalán, que cuenta con 40 camas.

Auge del sector

La inversión de empresas privadas en residencias es una tendencia en auge en todo el país, pues un estudio estimaba un crecimiento de casi 20.000 plazas en cuestión de dos años el pasado 2018. Estos planes que se vieron frenados por el coronavirus y la generalización de las clases telemáticas, pero ahora podrán retomarse gracias al avance de la vacunación, siempre y cuando los rebrotes no se interpongan en el camino de los inversores.

Si bien la incertidumbre sanitaria frenó mucho las reservas en estos alojamientos de cara al próximo curso, fuentes del sector apuntan que desde el final de los exámenes de la EBAU las familias se han puesto manos a la obra para tratar de buscar el mejor lugar posible para las estancias de sus hijos durante el curso. “Empieza a verse movimiento por la zona”, indican los vecinos de la parte baja de Montecerrao, sorprendidos por las grandes dimensiones del complejo de tres edificios donde a partir de septiembre está prevista la llegada de cientos de nuevos inquilinos provenientes de otras partes de Asturias y de fuera de la región, a los que el destino y los estudios llevarán a pasar los que posiblemente serán los mejores años de sus vidas en territorio ovetense.