Una iniciativa ciudadana, impulsada por la periodista y escritora Carmen Casal, ha registrado una petición en el Ayuntamiento de Oviedo para que se conceda una calle o plaza a Benito Gallego, deán de la Catedral de Oviedo. La petición ha recibido numerosos apoyos recabados entre diferentes sectores profesionales, y será debatida próximamente, en una fecha aún no concretada, por la Corporación.

La petición se apoya en “la labor callada pero eficaz” de Gallego desde que llegó a Oviedo hace ya más de cuatro décadas para ocupar el puesto de penitenciario, destacando además los sucesivos cargos que ha desempeñado en la Catedral de Oviedo, y especialmente por sus logros como deán-presidente del cabildo catedralicio, cargo que ostenta desde hace once años.

Entre los argumentos que se aportan para sostener la petición, se destaca “su impulso, constancia y talante negociador, pródigo a buscar soluciones” que ha sido decisivo para “llevar a cabo el Plan Director de la Catedral de Oviedo”. Además, se reconoce cómo, en los años de gestión de Benito Gallego, la fama de la catedral ha logrado trascender las fronteras asturianas, convirtiéndose al tiempo en un “motor cultural de primer orden” para la ciudad gracias al programa de actividades para abonados y al plan de servicios turísticos. Unas iniciativas cuyos beneficios se destinan a la conservación y mantenimiento del riquísimo patrimonio cultural y artístico de la catedral.

La propuesta también señala la idoneidad de conceder este reconocimiento a la figura de Benito Gallego en plena celebración del año santo Xacobeo y cuando la Catedral de Oviedo celebrará el 1.200 aniversario de su inauguración, el próximo 13 de octubre.

Natural de la localidad leonesa de Villamoratiel de Las Matas, Benito Gallego fue ordenado sacerdote en 1965, y ejerció el ministerio pastoral en varias parroquias leonesas antes de incorporarse al cabildo ovetense en 1975, para ocupar la plaza de penitenciario, que es el canónigo que otorga el perdón de los pecados, sobre todo los más graves. Posteriormente, asumiría también las labores de exorcista de la diócesis.

En 1994, Gallego pasó a ocupar el puesto de fabriquero, que se encarga de la administración de la obra y fábrica del cabildo. Se mantuvo en ese cargo hasta 2010, cuando fue elegido deán-presidente del Cabildo Metropolitano de la catedral ovetense. El pasado mes de diciembre, Benito Gallego fue reelegido para su tercer mandato, que se prolongará hasta el año 2025.