La avispa asiática se ha hecho fuerte en Oviedo con el paso de los años. La presencia de esta especie invasora, que llegó a Asturias en el 2010, sigue creciendo de forma exponencial a pesar de las campañas de trampeo y los bomberos no dan abasto para atender a las llamadas de los ovetenses que se sienten amenazados por la presencia de un nido de velutinas en las cercanías de sus casas o en cualquier otro punto del municipio, tanto en la zona rural como en el mismo centro de la ciudad. De hecho, usuarios del Campo San Francisco alertaron hace unos días de la presencia de un nido en la zona situada entre La Fuentona y el Palomar. Ayer mismo, según fuentes del área de Seguridad Ciudadana, en el parque de Rubín había cinco avisos activos por presencia de avispas asiáticas. No en vano, los bomberos ya han retirado este año casi el mismo número de nidos que durante todo el 2021, un ejercicio que se cerró con más de cuatrocientas intervenciones. “Las llamadas son constantes. Estamos retirando una media de dos nidos al día”, aseguran las mismas fuentes.
Ante la grave amenaza de la velutina y para evitar el “colapso” del servicio de bomberos, el Ayuntamiento va a contratar los servicios de una empresa especializada en el control de la avispa asiática, profesionales de la lucha contra la velutina que ayudarán durante cuatro meses a la plantilla del cuerpo municipal en su guerra diaria contra esta especie invasora. Dicha empresa comenzará a trabajar el próximo día 26 de julio y estará en Oviedo hasta el 26 de noviembre, “el periodo de máxima actividad de la avispa asiática”, explican fuentes municipales. El contrato, que está a punto de cerrarse, supondrá un desembolso de 12.000 euros más IVA para el Ayuntamiento. “El motivo de contratar a una empresa especializada es que la presencia de esta especie invasora aumenta exponencialmente año a año y amenaza con colapsar la actuaciones del Servicio de Extinción de Incendios (SEIS). Al igual que ocurrió en el País Vasco hace unos años, antes de bloquear un servicio de emergencias se opta por gestionar la incidencia de forma combinada”, explican desde el área de Seguridad Ciudadana.
A la empresa adjudicataria se le pide, entre otras cosas, que ponga a disposición del municipio a personal cualificado, que gestione “rápidamente” la emergencia y que utilice “recursos técnicos de última generación” para acabar con los nidos de avispa asiática “que representen un peligro para la población del concejo”. El contrato incluye “todas las operaciones de retirada y neutralización de nidos” que se trasladen a la empresa por parte de los responsables de bomberos. Para llevar a cabo los trabajos, la empresa especializada debe garantizar que empleará, al menos, los siguientes métodos de trabajo: “Retirada manual del nido, neutralización mediante la proyección en el interior del nido de vectores congelados con biocida mediante carabina marcadora y neutralización mediante el uso de dron específico, con capacidad de disparo de biocida e insecticida adecuado para el envenenamiento de nidos de avispa asiática en entornos de altura y difícilmente alcanzables por carabina marcadora”, recoge literalmente el contrato.
La creciente presencia de velutinas obligó en su día a los bomberos ovetenses a cambiar su organización. Actualmente ya existe un equipo especializado que se ocupa de hacer frente a lo que el jefe del cuerpo, Luis Díaz Montes, califica como “la otra pandemia”. El servicio cuenta además con un listado de voluntarios que echan un cable cuando se acumulan los avisos. Conforman un grupo de tres efectivos que entre las cinco de la tarde y las once de la noche se encarga de fulminar a los insectos. Pero aún así los bomberos no pueden con todo y el Ayuntamiento ha tenido que echar mano de una empresa especializada para evitar males mayores.
Y es que una picadura de una avispa asiática es, cuanto menos, una experiencia difícil de olvidar para aquellos que la sufren. Además de ser muy doloroso, el veneno de las velutinas puede ser letal para personas con alergias, aunque la mayoría de las personas que son atacadas presentan síntomas locales, como dolor, enrojecimiento e hinchazón en la zona de penetración del veneno. El problema se vuelve aún más serio si el afectado sufre más de una picadura al mismo tiempo.
