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Camín Real

La guerra que empezó en la romería del Carmen de Tamargo

La noticia del golpe de Estado de 1936 llegó a Las Regueras en medio de la fiesta del concejo; así lo recordaban sus vecinos

Procesión de la romería del Carmen de Tamargo en 1959. | Foto de José M.ª González Villanueva

El 18 de julio de 1936, día de El Carmen de Tamargo, considerada como la mayor fiesta del concejo desde tiempo inmemorial, quedó grabado a fuego para los que allí se encontraban.

Esta fiesta tenía cofradía desde al año 1681, fundada por los dueños del Palacio de Tamargo: Don Blas de Miranda y Doña Isabel de Miranda Ávila. Su licencia se aprobó en 1687. La capilla, adosada al palacio, era un verdadero santuario adonde llegaban romeros de diversas partes de Asturias, unos a la novena y otros a la romería. La cofradía estuvo activa hasta la Guerra Civil, pero la fiesta siguió celebrándose hasta el año 1997, cuando fue vendido el palacio. ¡Una verdadera pena perder esta tradición secular!

En el libro “A mí tocome la guerra” recogí testimonios de 61 personas que vivieron la contienda en Les Regueres o lugares cercanos y muchos de ellos citan la romería del Carmen de Tamargo como el lugar donde se enteraron del comienzo de la misma:

“Nací en Areñes, Andayón en 1915. Tenía 21 años cuando comenzó la guerra. Nos enteramos porque estábamos en la fiesta del Carmen de Tamargo y empezó a haber revuelo y rumores por lo que la fiesta se acabó enseguida” (Adolfo Miranda Suárez).

“Nací en Casa Vitorio el Cura en Biedes, en 1926. Estaba en El Carmen de Tamargo. Empezó a haber revuelo. Los mozos marcharon para Oviedo y se deshizo la fiesta. Marcharon en el autocar que había puesto Cornelio, el alcalde de Las Regueras. Decían que se había sublevado el Regimiento Milán” (Vicente Miranda Suárez).

“Nací en 1922 en Casa Xustrada, en El Escamplero. Tenía 14 años cuando dio comienzo la guerra. Se rumoreaba que iba a haber guerra y el día de la fiesta del Carmen de Tamargo ya empezó a haber movimiento” (Isidoro Suárez Fernández).

“Nací en Casa Berlique de Recastañoso, en 1921. El primer impacto ocurrió el día del Carmen de Tamargo, a pocas horas del comienzo de la misma. Era por la tarde, ya estaba formada la romería y varios jóvenes, como yo, mirábamos cómo los mozos jugaban al batiente en Casa Manín de Sienra. De pronto, llegó un camión para transportar voluntarios a defender la ciudad de Oviedo” (Aurelio Rodríguez Granda).

“Nací en La Perdiguera en 1919, en Soto, pero vivo en Parades desde que contaba 15 años. Tenía 17 años cuando estalló la guerra. Yo estaba en El Carmen de Tamargo. Ese día estaba solo, sin mi hermano Floro. Llegó un autocar de Maximino y en él nos subieron a todos los jóvenes hasta La Argañosa. De allí ya no se podía pasar. Algunos que trabajaban en el ferrocarril fueron al depósito de máquinas de tren y cogieron una máquina y fueron a Trubia. De Trubia volvieron a Oviedo, a San Antonio. No se podía llegar a la estación. Al día siguiente vine para casa andando, por El Escamplero. Cuando bajaba a Andayón encontré a mi padre, que iba en mi busca, y me echó una buena regañina” (Armando Rodríguez Miranda).

“Nací en Santullano, en Cal Correo, el 1 de mayo de 1924. Tenía 12 años aquel 18 de julio y estaba en El Carmen de Tamargo. Enseguida empezó a haber jaleo” (Ángel Álvarez Parades).

“Nací en Ca Tomás, en Agüera de Trasmonte, en 1915. Tenía 21 años cuando estalló la guerra. Vivo en Parades desde que me casé en 1940. El 18 de julio se sublevaron en Ceuta los legionarios de España... Así empezaba la guerra que dejó huella en nuestras vidas. Celebrábamos ese día la fiesta del Carmen en Tamargo, donde empezaron a sonar rumores de guerra, así que nos fuimos a casa ante el temor y la fiesta no se llevó a cabo” (Remedios Suárez Granda).

“Nací en Ca Carmela de Miobra en 1912. Tenía 24 años cuando dio comienzo la guerra. Ya estaba casada y con una neña. Supe que había empezado la guerra por unas vecinas de Ca Tomás de Agüera que venían del Carmen de Tamargo y se había deshecho la romería” (Olvido Tamargo Díaz).

“Nací en Paladín en Casa El Molín, junto a la fuente La Sierra, en el año 1917. Tenía 19 años cuando dio comienzo la guerra civil. Nos enteramos porque vinieron mis hermanos del Carmen de Tamargo con la noticia” (Valentina Granda González).

“Nací en Ca Figo de Parades en diciembre de 1921. Tenía 14 años cuando estalló la guerra. Ese día estaba en El Carmen de Tamargo con mi hermano Manolo. Él marchó en un camión de voluntarios, yo vine para casa” (José Miranda González).

“Nací en Ca Xuacu de Biedes en 1923. Tenía 13 años cuando empezó la guerra. Ese día yo estaba en El Carmen de Tamargo con mis hermanos. Llegó un autocar, que llamábamos camión, que pedía jóvenes que fuesen a buscar las armas a Oviedo, y mis hermanos subieron a él. Yo, que vi esto, eché a correr para casa dando con los pies en el culo, tanto corría que salió un paisano de Ca Silvino y me dijo: - Qué te pasa, neña, ¿tan escorriéndote?” (Manuela Suárez Suárez).

“Nací en Quexu en el año 1925 pero me crié en Escamplero, en Casa Candás, la casa de mis abuelos, donde sigo viviendo. Aquel 18 de julio yo tenía 11 años y estaba feliz en la fiesta del Carmen de Tamargo. Vinieron a buscarme de casa y había mucho jaleo, muchos camiones” (Eloína Fernández Ovies).

“Nací en Recastañoso, en casa de Manuel de Bernaldo, en 1903. Tenía 33 años cuando se desató la guerra en España. Yo acababa de regresar de Cuba, había venido en el mes de mayo y lo menos que me esperaba yo era encontrar todo este jaleo. Cuando empezó la guerra estábamos en La Carbayeda de ‘andecha’, que quedó empezada. Venían los aviones, aquellos avionucos pequeños. Y ya empezaba a venir gente con camisas encarnadas, que aplaudían a los aviones. El día del Carmen de Tamargo ya marcharon algunos de por allí como Eloy del Roxo y otros más” (Bernardo Álvarez Díaz).

“Yo nací en Otero en Ca’l Capitán el 15 de diciembre de 1926. Cuando estalló la guerra tenía 9 años. Me enteré de que había empezado porque estábamos en El Carmen de Tamargo, que había venido un tío mío de Cuba, y nos encontrábamos allí de comida. Mi padre y Aurelio Fausto, que eran cuñados y Pin de Ca Pachu, entonces jóvenes, escaparon corriendo para que no los cogieran y los llevaran, porque había un camión allí cargando mozos para ir a Oviedo” (Rolando Fernández Villar).

“Nací en Escamplero, en La Tabierna en el año 1922. Cuando estalló la guerra tenía 14 años, yera un guaje y, como tal, taba en El Carmen de Tamargo. Armóse mucho lío y marcharon todos, se deshizo la fiesta. No tuve miedo porque no veía las consecuencias. Miedo tuve bastante más tarde” (Ramón Valdés Valdés)

“Yo nací en Ca Pascua de Landrio, Trasmonte el año 1919. El día que estalló la guerra estaba, como la mayoría, en la romería del Carmen de Tamargo. Allí llevé el mayor susto que se puede llevar. Salieron las espingardas, que son unos fusiles exageraos de largos y empezóse allí el tinglao. Arrancamos pa casa, todos asustaos, Perfecto Ca Lluques, el mi hermano José Alberto y yo” (Fermín Valdés Vega).

Ninguno de los citados informantes vive ya para recordarnos que la guerra no trajo nada bueno, pero siento la obligación de transmitir su deseo de que nunca más vuelva a repetirse una barbarie como aquella.

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