El reciclaje selectivo puerta a puerta, una de las estrategias municipales más destacada y sostenida a lo largo de los años, quiere dar un paso más gracias a los fondos europeos Next Generation. En el listado final de los proyectos con los que el Ayuntamiento aspira a captar financiación comunitaria figura la extensión de la recogida de residuos orgánicos a una frecuencia diaria, con el objetivo de multiplicar por ocho el reciclaje de la basura del cubo marrón y situarla a niveles similares a los del cartón, el plástico o el vidrio.
Según expone el informe previo de la mejora de la recogida de orgánicos, la recogida en días alternos del cubo marrón ha acabado por frenar el porcentaje esperado de recuperación de este tipo de residuos, con solo un 2,65% del total de los generados en 2020. En total, se recogieron 2.345,20 toneladas, y el objetivo, para situarse en una tasa del 50% del total de residuos orgánicos generados, que es la media en la que se mueven el papel y cartón, el plástico o el cristal, es conseguir que la basura orgánica recogida en los portales sume el 17,68% de todos los residuos recogidos en la ciudad.
Para lograr ese objetivo se calcula que se necesitará pasar a una frecuencia diaria. Ello implica cuatro nuevos equipos para atender este incremento de frecuencia, siendo necesaria la adquisición de 5 equipos recolectores de bajas emisiones. La renovación de la flota y las mejoras en su gestión suponen un coste total de casi 230.000 euros y se añade también una campaña de sensibilización de 100.000 euros. La mejora de la basura orgánica podría rondar, por tanto, cerca de los 350.000 euros.
Mejoras energéticas
La mejora de la recogida de residuos orgánicos es uno de los planes que el Ayuntamiento de Oviedo ya ha seleccionado, tras un cribado de los proyectos iniciales, para optar a conseguir financiación de los fondos europeos Next Generation. Las otras iniciativas que figuran en esta lista final incluyen otras estrategias medioambientales, en especial las referidas a la mejora de la eficiencia energética.
A ese propósito, y centradas en el mismo distrito urbano, figuran al menos tres proyectos de los que Oviedo tratará de hacer llegar a Europa. Se vinculan con los barrios del este de la ciudad, y concretamente con Ventanielles, Guillén Lafuerza y Rubín, un área similar a la que entró también en los fondos EDUSI con los que se está desarrollando el proyecto de reurbanización del tramo de la “Y” en su entrada en la ciudad.
Así, figuran en primer lugar un plan similar a otro que se incluyó en aquella convocatoria, consistente en la creación de una “arrus” (Área de Regeneración y renovación urbana) en Ventanielles y en Guillén La Fuerza. Con este proyecto, el Ayuntamiento busca financiación para aplicar un ambicioso plan de renovación de fachadas en edificios de muy baja eficiencia energética. El programa detalla el parque de viviendas afectadas y también identifica los tipos de aislante que habría que aplicar en estos edificios.
Con parecida intención, la de la mejora medioambiental, aunque con otros medios, se propone también la creación de una “Comunidad Energética Local”, que consiste en instalar una red de placas fotovoltaicas en edificios municipales. Son, en concreto, el centro social de Ventanielles, con un consumo anual de 27.374.45 KWh, el colegio público de Ventanielles, con un consumo anual de 63.736,03 Kwh, el colegio público Maestro Jaime Borrás, con un consumo anual de 15.666,59 Kwh, la escuela infantil del Rubín, con un consumo anual de 73.584,31 Kwh y el edificio de la policía, el cuartel de Rubín.
La idea es que a través de la instalación de placas fotovoltaicas en las terrazas de todos estos equipamientos se consiga generar una red de energía que conduzca al autoconsumo y que, además, pueda abastecer a algunas de las viviendas más próximas.
Además, para el caso del cuartel de Rubín se plantea también otro proyecto más ambicioso de rehabilitación energética integral que incluirá, además de los paneles solares, una renovación de los sistemas de calefacción, cambio de todo el sistema de iluminación y modificación de las ventanas para reducir al máximo el consumo energético del cuartel.
El Ayuntamiento incluye una aplicación digital para unificar servicios municipales
Más allá de los proyectos de eficiencia energética, donde también figura el nuevo sistema de iluminación para el Carlos Tartiere, el Ayuntamiento también ha incluido en los proyectos finales que optarán a los Next Generation, un par de planes relacionados con las nuevas tecnologías y la modernización y digitalización de la administración.
Así, figura, en primer lugar, el proyecto MiOviedo, por el que se pretende desarrollar una aplicación única donde centralizar todos los servicios municipales. La idea es que los vecinos de Oviedo, que ahora tienen que acudir a diferentes soportes, físicos y virtuales, para resolver distintos trámites, puedan encontrar en una única plataforma un lugar desde el que poder pagar multas, presentar reclamaciones, actualizar sus datos o consultar el estado de los procedimientos en los que esté involucrado.
El proyecto parte de un análisis previo en el que se hace hincapié en la actual fragmentación de todos estos servicios y en los problemas de usabilidad de los canales ya existentes.
Además, relacionado con esta modernización del servicio MiOviedo, se plantea también otro de robotización de procesos en el Ayuntamiento. En principio, se plantea de forma específica para los servicios que ya se desarrolla en Intermediación laboral o en la Oficina Joven. Según el documento de partida, a través de procesos de robótica y procesamiento del lenguaje natural se busca potenciar las capacidades para definir perfiles y encontrar trabajo, desarrollando procesos de gestión asistidos por componentes de inteligencia artificial.
