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Vecinos y hosteleros apoyan transformar la avenida de Galicia en un nuevo bulevar

El Ayuntamiento de Oviedo reducirá el tráfico y los aparcamientos entre Toreno y la plaza de América, pero habilitará nuevos espacios de carga y descarga

Vecinos en las terrazas de la avenida de Galicia instaladas sobre los aparcamientos. Luisma Murias

Sale el sol, y por la acera que acompaña los carriles de subida de la avenida de Galicia se camina a duras penas. Los toldos de las terrazas son un túnel, los camareros esquivan vecinos con una bandeja plateada en continuo equilibrio sobre una mano y el carrito de un bebé maniobra para regatear a un grupo de jóvenes. Tres terrazas han crecido sobre los aparcamientos con estructuras temporales a base de palés y el tráfico no parece haberse resentido. Los hosteleros tienen claras dos cosas: la acera es demasiado estrecha para el peatón y los portales de los vecinos no son especialmente accesibles en esa parte de la calle. Por eso, impulsaron un proyecto que empieza a tomar forma, la transformación de la avenida de Galicia en un bulevar. Todos están de acuerdo en que resulta necesario ampliar el terreno para el peatón y comerle espacio al tráfico, y en el Consistorio ven la idea con buenos ojos.

El Ayuntamiento ampliará las aceras, reducirá los espacios de aparcamiento y suprimirá uno de los carriles de bajada. En un primer momento se coqueteó con la idea de crear un carril bici, opción que hoy se ha eliminado y sustituido en los planos por un carril bus que suba hasta la plaza de América. Esto parece que también ha perdido fuerza. El alcalde, Alfredo Canteli, y Nacho Cuesta pasearon ayer sobre el terreno de una calle que quieren reurbanizar el año que viene, “o a finales de este si sobra dinero”, matiza Cuesta. Les acompañaron Juan García y Rafael Cordero, de la asociación vecinal “Oviedo Reconquista”, que aplauden el proyecto. Desde la asociación le pidieron al Alcalde que aparcase la idea de continuar el carril bus que sube desde la calle Toreno porque, dicen, “allí ya genera diversos problemas”. Dicho y hecho. El Ayuntamiento, en una primera fase, dejará dos carriles de subida para los vehículos privados y confiará a un estudio posterior la decisión de si prolonga el carril bus o descarta finalmente la idea. Juan García, vecino de la calle, opina que es necesaria una ampliación de las aceras y está a favor de reducir los aparcamientos porque, argumenta, los vecinos –que tienen plaza de garaje– no suelen utilizarlos.

Por la izquierda, Juan García, Nacho Cuesta, Alfredo Canteli y Rafael Cordero, ayer, visitando la avenida de Galicia. | LNE

Desde la concejalía de Infraestructuras, que dirige el propio Nacho Cuesta, se pretende incluir la actuación en los presupuestos del próximo año para sacar a licitación una obra que los hosteleros consideran que es una victoria para la ciudadanía, mucho más que para sí mismos.

Miguel de Labra, que regenta uno de los establecimientos de la calle, explica que su propuesta no busca “ganar metros de terraza”, lo que pretenden es ganar metros de acera para “el peatón y la ciudad”. La idea es ser lo menos invasivos posibles y respetar al máximo a los vecinos de la zona. Desde el Ayuntamiento confirman que se eliminarán las plazas de aparcamiento junto a los carriles de subida de la avenida de Galicia, pero detallan que se habilitarán varios puntos de carga y descarga entre las terrazas. Las plazas “perdidas” se planean recuperar en la calle Concepción Arenal, junto a los Juzgados. Todas las piezas del puzle buscan hacer que el tramo más utilizado de la céntrica avenida, el que une la calle Toreno con la plaza de América, sea una zona más cómoda y más accesible.

Los hosteleros de la calle, que reforzaron sus lazos durante la crisis del covid, quieren consolidarse como marca en la ciudad. Cuenta el propio De Labra que plantean instalar un modelo de terrazas más homogéneo. Juan Ancinas explica desde su restaurante en la misma calle que están “ilusionados” con el proyecto y que esperan que pueda “salir adelante”. A sus ojos, la reurbanización revalorizará, incluso, las casas de los vecinos. Muy parecido opina Agustín Cabezudo, que regenta otro de los locales de la avenida. El hostelero cree que el mayor beneficiado de la obra será el peatón. La calle dejará de ser un laberinto para el viandante, la avenida de Galicia volverá a respirar y lo hará a costa del tráfico.

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