La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Francisco Menéndez-Graíño | Cirujano plástico, acaba de ingresar en la Academia de Medicina

“La cirugía avanza deprisa, pero la base es la misma: preocuparte por el paciente”

“El HUCA y su entorno tienen un potencial impresionante, pero precisan tanto de la inversión pública como de la privada”

Francisco Menéndez-Graíño, en su clínica en Oviedo. | F. Torre

El cirujano plástico Francisco Menéndez-Graíño acaba de ingresar, como Académico Correspondiente, en la Real Academia de Medicina y Cirugía del Principado de Asturias. En su discurso de ingreso, el doctor Menéndez-Graíño profundizó en la evolución de la disciplina en las cuatro décadas que lleva de carrera profesional. Completado ya el proceso de ingreso, el cirujano se reúne con LA NUEVA ESPAÑA para hablar del desarrollo y el futuro de una especialidad en auge.

–Se están reportando casos de aumento del tamaño del pecho tras la vacunación contra el covid. ¿Hay algo de cierto?

–Ha salido en redes sociales y se ha publicado algo sobre esa cuestión, el que con la vacuna aumentaban mamas. Lo que se está percibiendo, desde hace meses, es que con la vacuna se puede producir una inflamación de los ganglios de la axila y, relacionado con esto, un poco de aumento de volumen en la mama correspondiente: si te vacunan en el brazo izquierdo, en la mama izquierda. Se trata de una reacción inflamatoria, que también puede producir unas pequeñas molestias. Pero es algo transitorio, que viene a durar dos o tres meses.

–Supongo que en esta disciplina se enfrentan periódicamente a supuestos remedios milagro y soluciones folclóricas.

–-Sí, sobre todo lo que es la rama de la cirugía estética está continuamente en las redes sociales, los blogueros... También pasa que hay cirujanos jóvenes que son muy activos en estos ámbitos. Esto deriva en que hay mucha información y muchas publicaciones fidedignas, pero también mucho mito y mucho aficionado. Hay que contrastarlo todo: a mis pacientes les digo que es bueno que miren, pero que las dudas que tengan me las presenten. En las redes hay parte real, pero también fantasía y, a veces, falta de ética.

–De los cambios que ha experimentado su especialidad en estas décadas, ¿cuál ha sido el más influyente?

–Es que ha cambiado todo. De cuando yo empecé a lo que se hace ahora, no tiene nada que ver. En 1983 empezó la liposucción, que evolucionó muchísimo en estos años. Pero no solo eso: todos los tratamientos con grasa: reconstruir o aumentar mamas, dar pómulos... puedes esculpir un puerto, es realmente llamativo. Y hay campos nuevos que están surgiendo continuamente, que en aquella primera época no existían: cirugía de adelgazamiento, cirugía de cambio de género, cirugía estética genital... Ahora se trabaja también en cosas como la migraña: se ha visto que parte de las cefaleas se pueden mejorar mediante cirugías.

–¿Y cuál cree que será la próxima revolución?

–Veo cada vez más cerca la cirugía regenerativa. En el futuro, si por ejemplo hay que poner una mano, en vez de prótesis podríamos llegar a crear una con células madre, que creen tejidos para el paciente. Para mí, la cirugía regenerativa es impresionante. Y volviendo al tema de la grasa, ahora se está usando para tratar la artritis en los huesos: se pone una grasa procesada, muy limpia, y se ve que las articulaciones mejoran. Esto ha surgido hace cinco años, no más, y lo veremos. La cirugía plástica, toda la medicina, son muy dinámicas. Lo que antes era una realidad absoluta ahora está obsoleto. No hay más que pensar en cosas como las resonancias, que antes no existían y ahora son muy habituales, las usamos continuamente. Pero la base es siempre la misma: preocuparte por el paciente.

–Históricamente, en momentos de crisis como una guerra o una pandemia, la medicina ha avanzado extraordinariamente. ¿Considera que ha pasado lo mismo con el covid?

–Sí, sí. Pero no solo ha pasado con la medicina: pensemos lo que está ocurriendo a nivel tecnológico con todo el tema de las telecomunicaciones. Tengo pacientes que viven en Dubái, nos comunicamos por Zoom, vienen y se marchan. Y con las reuniones científicas pasa lo mismo, nunca tuve tantas, a veces me desbordan.

–¿Se imaginaba hace quince o veinte años que vería a la gente volver de Turquía con el turbante tras implantarse pelo?

–Lo de la sanidad turca es muy interesante. El Gobierno turco tiene un acuerdo con el Gobierno estadounidense por el cual los turcos pueden ir a estudiar a Estados Unidos, por las bases militares que tienen en Turquía. Al Gobierno turco le interesa que entren muchas divisas en el país, así que subvenciona con fuerza la cirugía estética. Por un lado, no hay impuestos para estas prácticas, y por otro los vuelos son muy baratos. Es una forma de captar divisas. Así que la gente va allí a ponerse pelo, porque evidentemente sale muy barato por temas fiscales. Pero la cuestión es que, si tienes algún problema con el implante, obviamente no estás en Turquía para solucionarlo.

–En España también hemos tenido, en las últimas décadas, mucho turismo médico por la fortaleza de nuestro sistema sanitario, ¿no?

–Sí. España es receptora de turismo médico, aquí no lo notamos pero en la Costa del Sol hay mucho, sobre todo procedente del Norte de Europa. También pasa que hay mucho médico de aquellos países que está trabajando en esa misma zona.

–¿A quién aconsejaría y a quién desaconsejaría la cirugía estética?

–Se desaconseja a aquel que tiene demandas surrealistas. Los que dicen “tengo una nariz muy fea, no me quiere nadie y si me opero encontraré pareja”, o “mi pareja tiene una aventura y me voy a hacer un lifting para solucionarlo”. No, te tienes que operar para sentirte mejor, no por un motivo extra. Lo haces para mejorar algo que te acompleja y no te gusta, pero no puedes pedir a la cirugía estética algo más allá de eso, ni acudir con expectativas falsas o irrealizables.

–¿Cómo ve la red biosanitaria que crece en torno al nuevo HUCA?

–El HUCA tiene un potencial impresionante. Lo único que todo ese potencial necesita es que se invierta dinero. No puedes generar beneficios si no hay una investigación previa y mucho trabajo, y para eso se necesita financiación. La base la tenemos, que es ese gran hospital, nuevo y fantástico. Si conseguimos que haya una inversión, pública pero también desde el ámbito privado, vamos a sacarle un gran rendimiento.

Compartir el artículo

stats