La Guardia Civil y la Policía Local de Oviedo realizaron una intervención en la noche del viernes, en el Polígono de Olloniego, ante el aviso de una presunta carrera ilegal. Una práctica que se ha extendido por esa zona, y que genera mucha preocupación entre los vecinos, que rechazan unas costumbres ruidosas, peligrosas y, por supuesto, ilegales.

Fuentes policiales señalan que la intervención se realizó después de constatar la presencia de alrededor de un centenar de personas en el polígono, congregadas allí, presuntamente, para presenciar las carreras. El operativo policial se saldó con dos conductores sancionados: uno de ellos por conducir sin la pertinente documentación y el otro por llevar los neumáticos lisos, lo que podría también ser indicativo de que estaba participando en una carrera. Al primer conductor sancionado, el que iba sin papeles, se le retiró el vehículo en el acto.

Los vecinos de la zona alertan de la proliferación de carreras ilegales en el polígono y su entorno. En ocasiones, señalan, los conductores se internan en Olloniego, aunque es más habitual que, desde el polígono, circulen hacia la zona de Tudela Agüeria y Anieves, dos núcleos que sufren más problemas por este tipo de prácticas.

Tanto los vecinos como los empresarios de la zona llevan años denunciado la proliferación de estas prácticas. El Polígono de Olloniego, con largas rectas, es un escenario idóneo para las carreras ilegales, aunque no es ni el primer ni el único escenario de estas actividades ilícitas en la ciudad.

La Corredoria fue acaso el primer barrio de Oviedo en padecer las carreras ilegales, hace ya más de una década. Con el paso de los años, a medida que el barrio iba creciendo, los corredores han ido buscando otros escenarios. El Naranco, La Ería, La Florida, La Carisa y Olloniego han registrado diversas denuncias en estos años.

Siempre que han ido surgiendo este tipo de prácticas en un barrio, tanto la Guardia Civil como la Policía Local han ido actuando sobre los tramos utilizados para hacer carreras ilegales para tratar de disuadir a los participantes. Reforzar la vigilancia ha sido efectivo en barrios como La Florida, mientras que en algunas calles de La Ería por las que circulaban coches a gran velocidad, presuntamente implicados en este tipo de carreras, la instalación de radares y cámaras de vigilancia también ha tenido un efecto disuasorio.

No obstante, los participantes y aficionados a las carreras ilegales también han ido amoldando sus prácticas para evitar el cerco policial. Aparte del sucesivo traslado a otras zonas del municipio, las carreras se han ido desplazando desde los fines de semana a días laborables para evadir esa vigilancia policial. Oviedo, en todo caso, no es el único municipio que padece estas prácticas, y tampoco el más afectado. Avilés y Gijón han registrado numerosos casos en los últimos años. En las cuencas, las carreras se concentran en Mieres. Y al Oriente, se localizan en el mirado de El Fito.