El Auditorio Príncipe Felipe se llenó ayer de monjas atormentadas, nobles damas arrojadas a la locura, periodistas decimonónicos con más salero que los de “Luna nueva”, sonámbulas, emperadores romanos y reinas de la noche. Los alumnos del taller de ópera y zarzuela que impulsa la asociación “La Castalia”, bajo el patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA, bordaron ayer sus papeles en un vibrante ensayo general del concierto que esta tarde, a partir de las 20.00 horas y de nuevo en el Auditorio Príncipe Felipe, clausurará esta edición del curso. Un espectáculo que llega rodeado de una gran expectación: las primeras entradas para el concierto volaron en cuanto se abrió el plazo de reserva online. La taquilla física, en el propio auditorio, estará abierta hoy, de 17.00 a 20.00 horas. Las localidades son gratuitas.

El programa del concierto supone una dificultad notable para los cantantes, que tendrán que dar lo mejor de sí mismos para corroborar esta tarde la buena impresión que dejaron ayer en el ensayo. En el ámbito operístico, los alumnos encadenaron una sucesión de arias y dúos de óperas como “L’incoronazione di Poppea” de Monteverdi; “La Clemenza di Tito” y “La Flauta Mágica” de Mozart, “I Puritani” de Bellini o “Lucia di Lammermoor” de Donizetti, entre otras. La pieza más esperada, en todo caso, probablemente sea la escena de “Suor Angelica”, ópera de Puccini inédita en Oviedo, que interpretarán Vanessa del Riego (en el rol de la religiosa que da título a la obra) y María Heres (como la Zía Principessa).

Vanessa del Riego, en el ensayo de “Suor Angelica”. | Miki López

En la parte centrada en la zarzuela, los cantantes interpretarán piezas de “La Malquerida” y “Don Gil de Alcalá” de Manuel Penella Moreno, “Cecilia Valdés” de Gonzalo Roig, y otra obra nunca antes representada en la ciudad: “El gorro frigio”, un sainete lírico con música de Manuel Nieto y ambientado en un periódico de finales del siglo XIX.

En cada una de las piezas, los alumnos salieron a escena vestidos como sus personajes y completando una interpretación global, incluyendo la faceta actoral, tal cual tendrán que hacerlo cuando se suban a las tablas formando parte de una producción lírica. Es un concierto dramatizado en toda regla, con el acompañamiento musical que aportan los pianistas Mario Álvarez y Yelyzaveta Tomchuk, y con el soporte adicional para algunas piezas de la bailarina Priscilla Ortiz y de la actriz Marina Cañada. Pero el mayor peso recaerá en los cantantes: Eugenia Ugarte, Mikel Malda, Andrea Rey, Andrea Mosteiro, Juan Carlos Santos, María Fernández, Beatriz Vázquez, Lucía G. Casanueva, Carmen G. Calviño, Vanessa del Riego y María Heres. Jóvenes promesas que hoy toman la alternativa.