En el Ayuntamiento aseguran ser conscientes de que las idas y venidas con el callejero franquista son “una pérdida de tiempo” para los trabajadores públicos y “una molestia” para los vecinos. El segundo teniente de alcalde, Mario Arias, lo repite como un mantra, pero tampoco pierde la oportunidad de recordar que se trata de un problema “heredado del tripartito”. Así lo volvió a argumentar tras el minuto de silencio semanal por la violencia de género. El concejal asegura estar trabajando en una solución definitiva que, en su servicio, confían que llegue a la vuelta del verano. Así, el edil garantizó ayer que para tomar la decisión se “escucharán las peticiones de los vecinos y las asociaciones”.

Estas, según fuentes municipales, son muy diversas. Según las mismas, algunas piden mantener nombres cambiados por el gobierno anterior, como el de la plaza de la Libertad (antigua plaza de la Liberación). Y, esta, es uno de los que el actual equipo de gobierno considera conservar. No será, dicen desde el Ayuntamiento, una cuestión de “revancha política”.

El expediente de revisión del “callejero franquista” augura en el Consistorio un par de meses llenos de arduo trabajo para hallar una solución que “cumpla con los requisitos impuestos” para contentar a los vecinos y a los colectivos de la ciudad, que llevan exigiendo desde el principio un desenlace rápido para que se deje “de marear la perdiz”. Además, el equipo de gobierno de la ciudad confía en que las peticiones del gobierno del Principado de Asturias puedan cumplirse mientras se trabaje “con el máximo rigor posible” para intentar que “este sea el final de una larga tarea”.

El gobierno de Oviedo prevé dar una pronta solución en la que las calles sirvan para “reconocer a colectivos y personas que de verdad merezcan estar en el callejero de nuestra ciudad”.

Pase lo que pase, los diecisiete nombres vinculados al franquismo volverán a cambiarse por tercera vez en menos de cinco años porque algunos de los que ahora visten las calles ovetenses no cumplen los requisitos impuestos por la ley de Memoria Histórica del Principado.