El nutrido programa de actividades culturales, deportivas y musicales que ha organizado el Ayuntamiento de Oviedo con motivo del año jacobeo y del 1.200 aniversario de la consagración de la Catedral de Oviedo, vivió anoche una de sus citas musicales más esperadas: el concierto “Sancta ovetensis”, a cargo de “Forma Antiqva”, fue toda una exhibición de músculo musical y cargo de la formación de los hermanos Zapico, a falta de la otra cita grande, con el concierto de Oviedo Filarmonía y la Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo interpretando “La misa de la coronación” (de W. A. Mozart):

“Forma Antiqva” es un valor seguro en asuntos de interpretación historicista y en la recuperación de nuestro patrimonio, un hecho que no ha pasado desapercibido y que la ha llevado a convertirse en una de las formaciones de música antigua más laureadas a nivel nacional e internacional y a gozar del cariño y reconocimiento de sus melómanos paisanos ovetenses en cada uno de sus conciertos que los acercan a la capital del Principado.

En esta ocasión, además de su sola presencia, la noche gozaba de otro aliciente para motivar la asistencia de un público fiel que, como es habitual, agotó las gratuitas localidades poco tiempo después de que salieran a la venta: la recuperación de obras del archivo catedralicio. En efecto, este concierto supone uno de los puntos culminantes de un largo proyecto iniciado años atrás para la investigación, recuperación y divulgación de las obras de los maestros de capilla que están recogidas en el Archivo Capitular de Oviedo, centrándose en la figura del turolense Joaquín Lázaro y Rubiera (1746 – 1786), maestro de capilla en Oviedo entre 1780 y 1786, y que ha sido posible gracias a la cooperación de la propia Catedral, el Gobierno del Principado de Asturias, el Ayuntamiento de Oviedo y la colaboración de la Universidad de Oviedo en la figura de la musicóloga María Sanhuesa.

Nuevo disco

Un hito que no será algo aislado y pasajero, sino que supondrá la creación de una página web para dar visibilidad y difundir el proyecto y la edición de un disco (que como es habitual en el grupo de los Zapico están grabando en la sala cámara del Auditorio Príncipe Felipe) para el sello “Winter & Winter”, cuya presencia internacional sin duda promocionará al Principado con buenos resultados.

El programa de este concierto, que llevaba por título “Sancta ovetensis: Joaquín Lázaro”, posee un total de nueve obras que se estructuran en tres partes diferenciadas, cada una de ellas conformada por una pieza instrumental y dos arias, interpretados por una plantilla que incluye violines, violonchelos, contrabajo, archilaúd, tiorba, órgano, trompas y traversos y en la que sobresalió Jone Martínez. La soprano vasca fue la protagonista indiscutible de la velada musical interpretando unas arias compuestas por Joaquín Lázaro que entusiasmaron al público por su complejidad que exigió a Martínez lucir su altísimo nivel. Entre ellas destacaron “Noche preciosa, clara y divina”, “Encendida en vivo fuego”, “A Eulalia dichosa” o “Reparad qué luz clara y peregrina”.

A lo largo de la hora de que constó el concierto, se pudo percibir a una formación bastante plena de sonido, concentrada y bien ensamblada, atenta a cada una de las instrucciones de un sereno pero explícito Aarón Zapico que se mostraba absolutamente dominador de la situación en cada momento y parecía disfrutar como un niño de la música que emanaba de cada uno de los instrumentos de su grupo.

Ante los insistentes aplausos del público, que abarrotaba el templo ovetense, los músicos bisaron el aria “Dios mío, calla”, a modo de propina.