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El ISPA se somete a una auditoría externa para certificar su excelencia

El Instituto necesita superar el examen del Carlos III para conseguir ampliar su financiación

El Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA) se someterá a examen durante los próximos días. Los técnicos del Instituto Carlos III llegarán mañana a Oviedo para comenzar la auditoría del centro de investigación, que el personal del centro asturiano confía en pasar con buena nota. El visto bueno de Madrid servirá para que la herramienta investigadora de la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria del Principado de Asturias (FINBA) entre en el grupo de los institutos con una excelencia acreditada.

Cada región tiene su instituto de investigación, pero no todos están en la lista de los “premium”. Los que certifican su solvencia, rigor e impacto científico y social pasan a pertenecer a un grupo al que se le abren nuevas puertas de financiación para desarrollar proyectos de investigación más ambiciosos. Los planes del centro científico del Principado es obtener el certificado a finales de este mismo año, principios de 2022 como muy tarde.

A ojos de los dirigentes del centro, el ISPA debería haber estado acreditado “desde hace años”. Lo que faltaba, repiten como un mantra, era burocracia. La masa crítica de investigadores y el impacto de las publicaciones de sus trabajos ya lo tenían desde hace tiempo. Por ello, tras el recrudecimiento hace un par de años de los requisitos para acceder a la acreditación que otorga el centro madrileño, el ISPA y su departamento de control de calidad decidieron rearmarse.

El ISPA es un espacio vinculado fundamentalmente al HUCA y a la Universidad de Oviedo, estando como entidad asociada el CSIC. Certificar esto de manera oficial supone elevar el prestigio de los investigadores y centros que lo componen y lograr un aumento de los recursos destinados a la investigación. Con ella, el ISPA podrá contratar más personal, mejorar sus infraestructuras y contar con mejor tecnología. La acreditación, una vez obtenida, tiene carácter temporal y está sujeta a periódicas evaluaciones de calidad por lo que implica necesariamente avance hacia la mejora continua y la calidad de la investigación biomédica y sanitaria.

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