La familia de Pedro Quirós Corujo hizo lo posible por despedir al prestigioso psiquiatra en la más estricta intimidad, pero el médico era tan querido y respetado que no resultó fácil conseguirlo. El cariño que se ganó en vida Quirós Corujo, conocido por entregarse totalmente a sus pacientes, se hizo patente hoy durante el funeral por su eterno descanso en la Iglesia de San Pedro de Nora. Decenas de amigos y familiares acudieron al templo de Las Regueras –una de las joyas del Prerrománico asturiano– para darle el último adiós a un especialista que a lo largo de su carrera se convirtió en toda una eminencia en el tratamiento del alcoholismo y las toxicomanías. “Sin duda era el mejor en lo suyo, mucho más que un gran médico”, resumió uno de sus allegados a las puertas de la iglesia.
El párroco de San Pedro de Nora, Rodrigo del Sastre, salió a recibir al coche fúnebre para rezar una oración en el exterior antes de que los nietos del fallecido introdujesen el féretro en el interior del templo para dar comienzo al funeral. “Vosotros, la familia, quisisteis despedir a Pedro en la intimidad de su casa de Valsera y así lo hicisteis, pero hoy también venís aquí, a la iglesia, porque él era un hombre de fe y muy cristiano”, dijo el sacerdote durante la homilía. “Saber que un ser querido está con Dios después de haberse ido de nuestro lado es lo que más puede reconfortarnos en los momentos de más tristeza”, añadió Rodrigo del Sastre.
Una vez terminado el funeral, los asistentes arroparon a la familia a las puertas del templo reguerano. “Agradecemos mucho el apoyo de todo el mundo, pero ahora no es el momento de hablar”, explicaba el cuñado del fallecido, Santiago Menéndez de Luarca, que fue subsecretario del Ministerio de Agricultura y consejero de Medio Rural en el Gobierno del Principado con el socialista Vicente Álvarez Areces en el cargo de presidente regional. “De Pedro podríamos estar hablando durante horas y no nos cansaríamos de decir cosas positivas”, apuntó un amigo que también asistió al sepelio y prefirió que su nombre no figurase. “Todos los que estamos pensamos lo mismo, así que no hacer falta personalizarlo”, aclaró el hombre.
Pedro Quirós fue, entre otras cosas, médico de guardia del Hospital Psiquiátrico Provincial de Asturias (La Cadellada), jefe del Servicio de Psiquiatría en la Residencia Nuestra Señora de Covadonga de Oviedo y siguió trabajando en la clínica San Rafael, fundada por su padre, hasta que la salud se lo permitió. El psiquiatra fue concejal del PSOE en el primer mandato de la democracia en de Oviedo, con Luis Riera (UCD) como alcalde.
