"Pero sobre todo de Oviedo me gusta la libertad". Las palabras del diseñador Pelayo Díaz en el pregón de las fiestas de su ciudad resonaron esta tarde con fuerza y cierta ironía. El "influencer" se refería a los derechos de la comunidad LGTBIQ+, a la lucha contra la homofobia y a la condición de Oviedo como ciudad segura en la que nunca ha tenido "miedo". Pero esa libertad se pudo leer también, en la plaza, como la del grupo de vecinos que coparon al menos la mitad de los asientos habilitados para seguir el pregón de San Mateo con pancartas contra la Ronda Norte en la mano y que taparon con gritos, constantes y sostenidos, -"el Naranco no se vende, el Naranco no se toca"- las palabras de "Prince Pelayo".

Público en el pregón de San Mateo 2021 A. D.

Aunque en la emisión por "streaming" el discurso se pudo seguir bien, a pie de plaza se hizo difícil seguir el hilo del pregonero, que llegó a pedir "educación" a los alborotadores con la sugerencia de que "no era el lugar". Pese a todo, Pelayo hizo un recorrido vital por su ciudad, desde el "guaje de cinco años" que miraba embobado a "las mujeres que tomaban café en la Mallorquina" hasta el que regresa ahora y encuentra un lugar "para soñar", "un refugio cuando algo no va bien", "el calor de mi hogar". "Oviedo y San Mateo es como una Navidad anticipada, que ya quisiera Vigo tener una Navidad en septiembre, y con esta luz propia", bromeó.

Las palabras contra las agresiones homófobas, pese a quedar parcialmente sepultadas por los gritos contra la Ronda Norte, también tuvieron sus aplausos. Los de parte del público y de toda la corporación municipal, encabezada por el alcalde Alfredo Canteli, como cuando se puso "serio" y como "miembro del colectivo LGTBIQ+" reclamó su derecho "a ir por la calle sin miedo, sin temor a que me insulten, o me peguen una paliza o me quiten la vida". "Y os invito a todes a ser nuestros aliados, porque os necesitamos", remató con un lenguaje inclusivo que mantuvo durante la práctica totalidad del pregón.

Por la derecha, Concha Méndez, Nacho Cuesta, Covadonga Díaz, Andy McDougall (marido del pregonero), Pelayo Díaz y Canteli brindan con un mojito en Porlier. LNE

Con una plaza tomada por todas partes por la policía y con más manifestantes apostados en entradas y salidas, Canteli también fue inclusivo y remató la inauguración de San Mateo deseando "felices fiestas" a todos, "incluso a los maleducados". "Oviedo no es esto", se disculpó ante el pregonero.

Chupinazos y bandas de gaitas después, una comitiva municipal se encaminó a pasar revista a las casetas, incluso a las de los colectivos sociales, que los recibieron con gritos de "fuera". En un ambiente menos hostil, en la plaza Porlier, a pesar de ser este el primer año sin chiringuitos históricos y, por tanto, sin Rincón Cubano, la corporación municipal pudo brindar con mojitos.