El derrumbe del alero de un edificio ruinoso en el corazón del casco viejo de Oviedo acaba de sepultar con una tonelada de escombros la calle San Antonio. Pese a que el inmueble disponía de una estructura a lo largo de su perímetro para evitar que posibles desprendimientos llegaran a la calle, el desplome del alero se produjo con tal violencia que se llevó también por delante el elemento de contención.
Los hechos se produjeron poco antes de las seis de la tarde, una hora en la que la calle tenía cierto tránsito debido a que durante la jornada de hoy los alumnos del conservatorio de Oviedo, en la vecina plaza de la Corrada del Obispo, están eligiendo horarios. Pese a ello, no hubo que lamentar ningún herido. En el momento del colapso de la estructura no había ningún peatón debajo del edificio.
El inmueble hace esquina entre Mon y San Antonio. Es un edificio que lleva años abandonado y en estado de ruina. En su origen fue el almacén del chocolate La Popular, casa regentada por Armando G. Ojanguren. En su última época, antes de cerrar, alojó el negocio de arte sacro La Victoria, actualmente en la calle Jesús.
La Policía de Oviedo y los bomberos se desplazaron a la zona y están inspeccionando el edificio. Según declaró el subinspector de la Policía Argimiro Díaz, las primeras conclusiones indican que los edificios anexos no están afectados.
En las redes, el colapso del alero del edificio de San Antonio no ha pasado desapercibido. Se han publicado varias publicaciones y hasta el artista Israel Sastre se ha hecho eco con un ingenioso post que ha etiquetado como #oviejo.
El alero desprendido, de grandes dimensiones, se encontraba en muy mal estado y con abundante vegetación. Todo parece indicar que las lluvias registradas hoy por la mañana aceleraron el derrumbe de la estructura, que se partió a la mitad y arrastró algunos elementos de la fachada en su caída.