La Fiscalía rebajó ayer su petición de pena para tres de los seis traficantes de una red que vendía droga camuflándola en viales de insulina en Oviedo, pero mantiene las penas de los otros acusados: el cabecilla de la banda, su mujer, y su hijo; también acusados por delitos de tráfico, pertenencia a banda criminal y tenencia ilícita de armas.

El ministerio púbico había solicitado inicialmente cinco años y medio, cuatro años y medio y cuatro años para tres de los encausados, pero, tras admitir estos la su culpabilidad y llegar a un acuerdo con la acusación pública, han visto rebajada su condena a a tres años y nueve meses, tres años y seis meses, y tres años y tres meses, respectivamente. No obstante, también les imputa un delito de pertenencia a banda criminal, por lo que pide, además, otros nueve meses para el primero, seis para el segundo y tres para el tercero. Estos tres encausados se enfrentan a un total de 11 años de prisión.

El cabecilla de la banda admitió que vendía sustancias estupefacientes. Sin embargo, desvinculó a su mujer de la organización, a la que también incautaron armas. La defensa de esta familia solicitó, tanto para la mujer como para su hijo, la absolución. Sin embargo, tras la escucha de las conversaciones mantenidas por el matrimonio, la Fiscalía ha decidido mantener la acusación. Los abogados de la familia, al considerar que las grabaciones no son concluyentes, han solicitado que se les impute como cómplices, no como autores de los delitos por tráfico de drogas. Entre los letrados figuran José Manuel Fernández González, Carla Vaquero, del bufete Vox Legis y Carlos Villar. La red fue desmantelada en 2020 en posesión de 6,5 kilos de cocaína, un kilo de hachís, casi 200 gramos de speed, medio kilo de cogollos de marihuana, más de 97.000 euros en metálico, cuatro vehículos y cuatro armas cortas.