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Omella: “El 1.200.º aniversario contribuirá a que la Catedral sea el centro de la Iglesia”

“Que esta Perdonanza sea el arranque para vivir con más entrega el servicio a los demás”, dice el arzobispo de Barcelona, en el Jubileo

Juan José Omella, durante su homilía, ayer, en la Catedral. | Luisma Murias | LUISMA MURIAS

Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal de España (CEE), presidió ayer la séptima misa del Jubileo de la Santa Cruz, en la que ofreció una homilía que encerraba un deseo y una convicción. El deseo: “Que esta Perdonanza sea el arranque para vivir con más entrega el servicio a los demás”. La convicción: “El 1.200 aniversario de la consagración del primer altar de esta catedral, que se celebra el próximo 13 de octubre, es un acontecimiento que contribuirá, estoy seguro, a que podáis vivir la catedral como centro y manifestación de la Iglesia”.

El cabildo despide al sacerdote maliayés José Luis Ballines Franco TORRE

Omella, que estuvo flanqueado durante el oficio por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, y por el cabildo catedralicio, centró su pregón en la historia y la simbología de la Vera Cruz, un relato en el que incardinó algunas vivencias personales de gran emotividad. Entre ellas, la historia de un anciano, al que conoció cuando era cura en un pueblo del Bajo Aragón. Durante una procesión en una noche de Jueves Santo, según relató Omella, el anciano, con boina calada, se asomó al balcón de su casa. Al pasar la cruz ante el balcón, se quitó la boina y, en la oscuridad, se veía brillar sus lágrima. Días después, Omella fue a visitarle y descubrió que tenía cáncer de nariz, pero el anciano le sorprendió por la fortaleza con la que afrontaba su enfermedad. “Me dijo: ‘¡Cuánto ha sufrido Cristo por nosotros! Y yo, que me quejo de mi sufrimiento, se lo debo todo a él y quiero unir mi sufrimiento al suyo”. Según explicó Omella, siempre tiene presente la historia de este anciano como ejemplo de la “fe recia de los cristianos”.

El Jubileo de la Santa Cruz concluye hoy, con una misa presidida por Jesús Sanz, a partir de las 12.30 horas.

La catedral de Oviedo despide al sacerdote maliayés José Luis Ballines

El cabildo catedralicio despidió ayer al sacerdote José Luis Ballines, fallecido el domingo a los 87 años, con una misa presidida por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz –en la imagen–. Natural de Selorio, donde sus restos recibieron ayer mismo cristiana sepultura, Ballines ejercía desde 1985 como canónigo en la Catedral de Oviedo.

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