El hombre detenido ayer por agredir a paraguazos a dos curas y un sacristán de la Catedral de Oviedo tras la misa porque no le quisieron dar la comunión en la boca continúa en los calabozos de la Policía Nacional y está previsto que mañana mismo pase a disposición judicial para someterse a juicio rápido.

El varón, de 58 años, fue arrestado cuando se dirigía desde San Salvador a la plaza Porlier después de, supuestamente, haber entrado en la sacristía y agredido con un paraguas a los sacerdotes Manuel Ángel Acebal y José María Hevia y un sacristán, resultando los dos últimos heridos con sendas brechas en la cabeza.

Según el relato de Acebal, el varón le pidió comulgar en la boca y al negarle esta posibilidad debido a las medidas sanitarias actuales, este se dio la vuelta y salió con gesto de enfado del templo. Al final de la eucaristía, la última de la jornada de clausura del Jubileo de la Santa Cruz de la Catedral, el feligrés entró a la sacristía y arremetió con el paraguas contra los religiosos, provocando que dos de ellos tuvieran que ser curados en las Urgencias del centro de salud de la Lila.