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Los alcaldes de Madrid y de Oviedo, Martínez-Almeida y Alfredo Canteli, cara a cara

La Nueva España junta a los regidores de las dos capitales pasado ya un año del encuentro telemático que mantuvieron durante la pandemia

José Luis Martínez-Almeida y Alfredo Canteli: "Habría que normalizar que entre dos partidos que gobiernan juntos pueda haber discrepancias"

José Luis Martínez-Almeida y Alfredo Canteli: "Habría que normalizar que entre dos partidos que gobiernan juntos pueda haber discrepancias" VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Miki López

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José Luis Martínez-Almeida y Alfredo Canteli: "Habría que normalizar que entre dos partidos que gobiernan juntos pueda haber discrepancias" Chus Neira

Hace ya un año y tres meses, en plena pandemia, el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, recogió el guante que le lanzaba su homólogo en Madrid, José Luis Martínez-Almeida, al otro lado de la pantalla del ordenador, durante el encuentro telemático en el que les juntó LA NUEVA ESPAÑA, y bromeó con la posibilidad de que los turistas madrileños reactivaran aquel verano en Oviedo: “Que vengan con los bolsillos llenos y mascarilla”. Este fin de semana, la presencia del regidor madrileño en la fiesta de Galicia propició la repetición de aquel encuentro, esta vez cara a cara, sin webcams de por medio. Ninguno de ellos había olvidado aquella charla anterior y la complicidad salta desde el apretón de manos recordando aquella promesa:

Martínez-Almeida y Alfredo Canteli, el viernes, en Oviedo. |

–Al final te mandé madrileños, Alfredo, no te quejarás.

–¡Pero no tenían dinero, venían pelados, José Luis!

Si uno juega a las coincidencias entre Canteli y Almeida encontrará que ambos empezaron a ser alcaldes el mismo día, el 15 de junio de 2019, y que los dos lo hicieron con el apoyo de Ciudadanos como socios de gobierno, y también, en el caso de Madrid, con los votos de Vox. Se conocieron en una convención nacional del PP nada más ser designados candidatos, y aunque Almeida tenía cierta experiencia política previa, en cuestiones municipales y en la alcaldía, los dos son nuevos. “Creo que, como alcaldes, somos la renovación del Partido Popular”, resume Martínez-Almeida.

A Canteli eso de renovación le suena un poco demasiado desde sus 75 años –46 su interlocutor– y tercia “más tú que yo”. “Bueno, no generacional, pero sí de personas, nuevas caras”, concluye Almeida.

–Es cierto –sigue el de Oviedo–. Para mí era un mundo totalmente nuevo, no sabía qué era una Junta de gobierno, de portavoces... Y la oposición, yo pensaba que se llamaba así a los que estaban al otro lado porque la ciudadanía les había puesto ahí, no porque se oponen a todo. Intento ser un gestor de la principal empresa de Oviedo y llevo muy mal su actitud.

–En Madrid también funciona un poco esa dialéctica. La oposición tiene que criticar y el gobierno se defiende. Y me parece sanísimo que nos critiquen. Pero en Madrid, a consecuencia de la pandemia, hubo un punto determinante, que fueron los “Acuerdos de la Villa”, y hemos pasado de la dinámica gobierno-oposición, que decepcionaba un poco a la gente, a reconocernos desde el respeto a las distintas posiciones.

–A mí me preocupa lo que piensen los votantes, no la oposición. Me hubiera gustado que hubiera consenso, pero...

Estoy seguro de que si en Oviedo no ha habido consenso no ha sido por culpa de Alfredo Canteli.

–Con el presidente del Principado tengo magníficas relaciones. Está apoyando Oviedo.

–Eso es muy positivo. Que un alcalde del PP diga que tiene buena relación con un presidente del Principado del PSOE da un mensaje de confianza a los ciudadanos, que están hartos de nuestras peleas y los debates artificiales.

Socios naranjas

Una coalición con Ciudadanos sustenta los gobiernos de ambos regidores. A medida que pasa el mandato, tras los varapalos electorales de la formación naranja y el cambio de bando de algunos políticos, la armonía podría complicarse. La semana pasada, en Madrid, a cuenta de la candidatura olímpica, sonaron otra vez tambores de ruptura. Martínez-Almeida rebaja la tensión:

–Habría que normalizar que dos partidos, aunque gobiernen juntos, puedan tener discrepancias y puntos de vista diferentes. El problema es que no seamos capaces de levantarnos por encima de esas diferencias para trabajar por el interés general de los madrileños. Con Begoña (Villacís, la vicealcaldesa, de Cs) tengo muchas diferencias en muchos asuntos, incluso hemos votado cosas distintas en los plenos, pero jamás nos hemos distanciado de lo esencial, que es la estabilidad del equipo de gobierno. Lo importante no es tener discrepancias, es tener la capacidad de solucionarlas.

–Si hay discrepancias, a veces, en nuestro propio partido, cómo no las va a haber con otros, –replica Canteli–. Nuestra coalición está funcionando bien, especialmente con el líder, con Nacho Cuesta. ¿Siempre estamos de acuerdo? No, pero cuando salimos del despacho nunca salimos peleados, salimos con acuerdos.

La charla acaba con más bromas –“quiere que le dé un poquito de mi superávit”, ríe Almeida–, y el anfitrión resume el buen clima entre los dos: “Él me echa más piropos y yo menos de los que merece”.

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