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Tres días de suela para ver a la Santina

El Centro Asturiano recuperó tras un año de parón su clásica marcha a Covadonga, con 140 participantes recibidos al son de la gaita

Algunos de los participantes en la marcha del Centro Asturiano de Oviedo a Covadonga, ayer, a su paso por las inmediaciones del puente “romano” de Cangas de Onís. | J. M. C.

Tras un año de ausencia motivado por la pandemia de covid-19, el pasado fin de semana volvió a desarrollarse la marcha a pie del Centro Asturiano de Oviedo al santuario mariano de Covadonga, aunque en esta 42.ª edición se desarrolló en tres etapas: la primera, el pasado domingo, entre la capital asturiana y la villa de Nava; la segunda, este sábado 2 de octubre, entre la localidad naveta y la villa de Arriondas, y la tercera, ayer, domingo, con salida de la capital de Parres y llegada, tras reponer fuerzas en el avituallamiento localizado en la plaza Camila Beceña de Cangas de Onís, al real sitio de Covadonga, donde los caminantes fueron recibidos con la música de la banda de gaitas “Ciudad de Oviedo”.

Por la tarde, los 140 andarines, socios y simpatizantes del Centro Asturiano de Oviedo, se reunieron en la finca “Villa María”, en la ciudad canguesa, para celebrar un almuerzo de confraternidad. En el transcurso del mismo se procedió a la entrega de la medalla de bronce a las personas que realizaron la marcha en cinco ocasiones, la de plata a las que la llevaron a cabo diez veces y la de oro a los que la hicieron en veinte ocasiones. También hubo reconocimiento para los que cumplieron 15 y 25 ediciones.

La comida de confraternización sirvió igualmente para rendir un discreto homenaje a Gerardo Martínez, quien fuera gerente del club social durante muchos años y que acaba de alcanzar la jubilación. El trabajador se llevó una ovación de varios minutos con los 140 presentes en pie. “Ha hecho mucho por el club y se merecía esto y más”, apuntó el veterano andarín Francisco García, el cual cuenta a sus espaldas con más de una veintena de marchas a Covadonga organizadas por la entidad ovetense.

La Banda de Gaitas “Ciudad de Oviedo” recibe a los participantes a su llegada a Covadonga. | Ricardo Yagüe

La idea del club presidido por José Manuel Granda de dividir en tres etapas los 86 kilómetros que separan Oviedo de la Santa Cueva es aplaudida por los participantes. “Era demasiada caminata y echaba a mucha gente para atrás”, sostiene el propio García, convencido de que la división del recorrido en tres jornadas resultará decisiva para que la iniciativa sobreviva durante muchas más décadas.

A los inscritos en la marcha se sumaron en Covadonga otros socios desplazados en coche. Allí participaron en la ofrenda a la Santina y escucharon misa en la Basílica antes de emprender el camino de vuelta con parada en la finca canguesa para recargar fuerzas con una suculenta y sabrosa comida. Tras la misma, los homenajes y el reparto de las medallas contribuyó a generar un ambiente de camaradería en el que no faltó ni algún baile improvisado, eso sí, guardando las distancias de seguridad.

En torno a las seis de la tarde, los tres autobuses de la expedición arrancaron en dirección a Oviedo con sus viajeros más que satisfechos. “El año que viene volvemos”, se oía desde los asientos.

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