El recorrido del autobús del Real Oviedo en la previa del derbi rumbo al Tartiere provocó grandes aglomeraciones en la calle Alejandro Casona, por lo que la Policía Nacional cargó contra varios aficionados azules para abrir paso. Las cargas se produjeron pasadas las 19.15 horas en la mitad de la calle, mientras que el autocar se dirigía hacia el estadio aclamado por centenares de oviedistas. Los agentes intentaron alejar a los hinchas del autobús e intervinieron para disolver a varios grupos de simpatizantes azules.
Los aficionados lanzaron sillas y botellas a los policías viviéndose momentos de alta tensión. Los enfrentamientos terminaron con dos hinchas detenidos por atentado contra la autoridad y con dos agentes heridos leves. También varios hinchas acabaron con heridas y magulladuras, algunos de ellos tras caerse al suelo huyendo de los antidisturbios. Todo ello en un escenario marcado por el humo de las bengalas y el ruido de los petardos. Además, durante el cortero al autobús del Real Oviedo por parte de los aficionados azules y la fiesta previa en el entorno de la plaza de Pedro Miñor se dañaron varios elementos del mobiliario urbano. Los altercados dudaron pocos minutos, pero los antidisturbios siguieron custodiando la zona posteriormente y se cortó el tráfico en la calle Alejandro Casona. Los aficionados despidieron a los agentes con insultos, recriminándoles lo que en su opinión fue un exceso de fuerza. La presencia de los hinchas en las calles del entorno del Tartiere generó quejas de varios vecinos por los ruidos. Concretamente, en la calle Facetos, próxima al estadio, varios residentes denunciaron desperfectos en el mobiliario urbano.