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Rafael Santandreu Psicólogo y escritor, presenta mañana a las 19.00 horas “Sin miedo” en el Club Prensa Asturiana

“Si estás mentalmente bien amueblado las adversidades te afectan, pero poco”

“La sociedad de consumo, con sus absurdos valores, es la que deshumaniza; dentro de ella están las locas redes sociales”

Rafael Santandreu. | | LNE

Rafael Santandreu Lorite (Barcelona,1969), psicólogo y escritor, presenta hoy a las 19.00 horas en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA “Sin miedo”, su nuevo libro en el que ofrece un método para superar las obsesiones, la ansiedad, la hipocondría y cualquier temor irracional. Santandreu ejerce como psicólogo en su consulta de Barcelona.

Tras una etapa como profesor de la Universidad Ramon Llull, en la década de 2000 tuvo la oportunidad de estudiar y trabajar con el célebre terapeuta Giorgio Nardone en su Centro di Terapia Strategica de Arezzo, Italia. En la actualidad dedica buena parte de su tiempo a la docencia de médicos y psicólogos, y a la divulgación.

–¿Cómo se vive sin miedo?

–Sin miedo, uno puede disfrutar de la vida de verdad. Disfrutar de las pequeñas cosas, emprender aventuras, enamorarse, desenamorarse. Hasta que no te liberas de todos tus miedos no puedes ver la vida tal y como puede ser: un lugar maravilloso y excitante.

–¿La pandemia ha agudizado los problemas mentales?

–Muchísimo. Ahora hay un veinte por ciento de personas con problemas de ansiedad: ataques de pánico, TOC o hipocondría, que son los temas que trato en este libro. Ha causado un estrés adicional sobre una población ya estresada.

–¿Cómo es posible sentirse seguros cuando parece que todo se tambalea a nuestro alrededor?

–Si estás mentalmente muy bien amueblado, las adversidades te afectan, pero poco. Pero tienes que tener una gran filosofía de vida. Por ejemplo, no necesitar mucha seguridad; apreciar las pequeñas cosas... Pero se trata de todo un cambio de valores que hay que realizar seriamente. Se trata de trabajo duro de auto educación.

–¿Sigue pensando que la felicidad está sobrevalorada?

–Sí y no. Lo lógico es que la felicidad sea el objetivo del ser humano. ¿Por qué: qué otro objetivo sería mejor? Pero es mejor que incluso la felicidad no sea una obligación o una exigencia. Intentamos conseguirla, pero si no lo logramos, no será el fin de mundo ni la guerra nuclear. La vida pasa muy rápido y nadie es muy importante. De esa manera, siempre dormirás unas buenas siestas, tranquilo y relajado.

–¿Dónde reside, está dentro de nosotros, viene de fuera…?

–Siempre dentro. Ya lo decían todos los filósofos griegos. Lo que nos afecta no es lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede. Marco Aurelio decía: “Lo más importante de mi vida no son mis posesiones y glorias sino mi filosofía, porque es lo único que me puede dar o quitar la felicidad.

–¿Entre paz, alegría o felicidad, con que se queda?

–Elijo la paz interior porque sin ella no hay ni alegría ni felicidad. Por ejemplo, las personas con ataques de pánico o hipocondría no pueden tener paz y no pueden estar alegres. Una persona me decía ayer que tras superar su hipocondría ha vuelto a ver en colores, a apreciar la naturaleza y su entorno.

–Se habla sin parar de relaciones tóxicas… ¿las redes sociales deshumanizan?

–La sociedad de consumo híper exigente, con sus absurdos valores, es la que deshumaniza. Y dentro de ella están las locas redes sociales. Pero se puede vivir al margen de esos valores, pero tendrás que profundizar en tu nueva filosofía de vida: creer en ella como si de una religión se tratase. No valen los eslóganes o las frases bonitas.

–¿Es posible desconectar de esa locura cibernética?

–La vida es mucho más que las tonterías y locuras que pueda hacer nadie en las redes sociales. Piensa: “Tengo piernas y brazos: vamos a pasarlo en grande”.

–¿Cuál es el mensaje que subyace bajo los comportamientos neuróticos?

–La madre de la neurosis es la “terribilitis”, la creencia de que cualquier adversidad es “terrible”; y así nos mostramos súper exigentes con todo el mundo. La solución es relajarse de la única manera: no necesitando la perfección y apreciando las cosas pequeñas que puede ofrecer el otro.

–¿Qué es eso de la autoterapia?

–Es convertirte en tu propio terapeuta. Conocer las claves de la buena filosofía y aplicártela con fuerza.

–Emplea en el libro la metáfora de la cloaca. ¿En que consiste?

–La mente se desensibiliza al miedo a base de exponerse a él. Es como los trabajadores de las cloacas: al cabo de unas semanas yendo cada día allí ya no huelen la peste del lugar. Con la terapia de exposición buscamos eso.

–¿A usted que le da miedo si se puede saber?

–Cada vez menos cosas. Ya le he perdido el miedo a la enfermedad y la muerte. A hablar en público, que hace años me daba pavor, ahora me encanta.

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