La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un escudo para la Protectora

Un hijo de César González Pola donará a La Balesquida un blasón oficial de la ciudad, obra de su padre, en el centenario del artista

Willy Pola, en su casa, con un ejemplar del escudo, que donará a la Sociedad Protectora de la Balesquida. | Cristina Velasco

Escudos de Oviedo hay muchos, pero oficiales solo uno. Este, encargado por Antonio Masip, fue obra del pintor asturiano César González Pola. Ayer se cumplieron cien años del nacimiento del artista, que también trabajó como delineante en el área de Urbanismo del Ayuntamiento. Con motivo de la efeméride, la Sociedad Protectora de La Balesquida organiza un encuentro en el Club Prensa Asturiana que tendrá lugar pasado mañana en LA NUEVA ESPAÑA. Entonces, el hijo del pintor donará uno de los primeros ejemplares de ese escudo oficial dibujado por su padre a la pinacoteca de la Sociedad. También preparan una exposición con cuadros de su padre, pintor de vocación y oficio tras dejar el Consistorio que pintó las estaciones y los paisajes de Asturias, aunque también zonas de Castilla o Baleares. Willy Pola, que conserva algún ejemplar de la limitada tirada de escudos oficiales que editó el Ayuntamiento será quien donará el cuadro dedicado por su padre, fallecido en 1989. Unos años antes, en 1982, el Consistorio le encarga que se documente para realizar un cuadro para la historia, el escudo oficial de la ciudad. Hasta entonces había numerosas versiones con ciertas modificaciones que siguen, a día de hoy, circulando en documentos, cartelería y clubes deportivos.

César González Pola había dejado su trabajo en el Ayuntamiento en 1973 para dedicarse por completo a sus cuadros y a las clases de pintura. Nueve años después, cuando estaba Masip de Alcalde, el pintor recibió la llamada de Federico Collera, entonces jefe de Protocolo del Consistorio, quien le pide que lleve a cabo un estudio para realizar el escudo oficial.

Cuenta Willy Pola que una de las primeras cosas que hizo su padre fue ir a la Cámara Santa a documentar la Cruz de los Ángeles que adorna el escudo, que visitó en numerosas ocasiones durante la elaboración del mismo. También estableció un color único para el fondo del emblema de la ciudad, ese azul intenso que, desde entonces, quedó registrado como “azul Oviedo”.

En documentos de la época, el pintor reconocía que la elaboración del escudo le había dado “muchísimo trabajo”. En el reverso del cuadro del escudo se puede leer el porqué. Un texto de Fermín Canella fechado en 1887 remite a otro de Tirso de Avilés, historiador asturiano del siglo XVI. Tirso de Avilés explica que la ciudad de Oviedo “pone por armas la insigne cruz que llaman de los Ángeles, que está en la Cámara Santa de la iglesia mayor del reino, en recuerdo del famoso milagro que en tiempo del rey D. Alfonso el Casto fue hecho en dicha ciudad, como refieren las historias y las crónicas de España”.

En la Cruz de los Ángeles, presente en los escudos oficiales y oficiosos se esconde uno de los detalles que ayuda a distinguir el verdadero –el registrado en la heráldica nacional– es que los ángeles del escudo de Pola sujetan la cruz. En otras versiones esta está suspendida, aunque los ángeles mantienen la postura de los brazos como si la sostuviesen. Los ángeles del escudo oficial llevan un cinto verde y uno rojo sobre las túnicas de color blanco.

El ejemplar original se lo quedó el Ayuntamiento. El primero de la serie de la que ahora recibirá un cuadro la Sociedad Protectora de La Balesquida le fue entregado a la Casa Real en una recepción oficial en Madrid. El cuadro, que se entregará en el Club Prensa Asturiana, pasará a la pinacoteca de la Protectora. En el acto del club intervendrá también Manuel Gutiérrez Claverol, que repasará la obra del pintor César González Pola.

Compartir el artículo

stats