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Multitudinario adiós a Benigno García, empresario y roscador “gigante” de Oviedo

“Tenía un corazón inmenso”, coinciden amigos y familiares del que fuera subcampeón mundial de cuatreada, fallecido a los 73 años

Asistentes a la celebración de la palabra en la capilla de Los Arenales. En el recuadro, Benigno García. | LNE

“Era un gigante en todos los sentidos”. Familiares, amigos y muchos jugadores de bolos como él se mostraron ayer unánimes a la hora de dar su último adiós a Benigno García, empresario ovetense del sector del transporte, fallecido este domingo a los 73 años tras tres de intensa lucha contra el cáncer y toda una vida aumentando su nómina de amigos. “Tenía un corazón inmenso”, recordó entre llantos Rosa María Peláez, su viuda y admiradora número uno de un “gran trabajador y luchador” que triunfó en los negocios y en el deporte a base de constancia.

Natural de Priañes, Benigno García se casó a los 19 años cuando su esposa apenas tenía 15. Ambos iniciaron un largo matrimonio marcado por el emprendimiento y la crianza de su único hijo, José Antonio, quien junto a su nuera Adelina García le dieron a su único nieto, David. En un principio trabajó como transportista por carretera, pero con el tiempo dio el salto al mundo de la empresa, liderando una empresa de distribución y logística, asentada primero en Pruvia y, posteriormente en Asipo, donde la pareja construyó también una vivienda en la que residieron hasta su posterior mudanza a La Corredoria tras alcanzar ambos la edad de jubilación.

Conocido en muchos rincones de Asturias por su labor empresarial, Benigno era un gran rodador en bicicleta y solía caminar mucho por el Naranco, aunque logró la mayor fama en la bolera. Según cuenta su gran amigo Manolín Fernández, Benigno García probó con los bolos de pequeño, pero no sería hasta los 30 años cuando tras tirar unas bolas en el Bar Lugones se decidió a competir de manera federada. “Le invitaron a jugar y se enganchó totalmente”, rememora.

Su principal logro en los castros llegó en 1990 cuando alcanzó la final del Campeonato Mundial de Bolos celebrado en las instalaciones de La Morgal. Una leyenda viva como el tetracampeón mundial José Luis Bilbao le privó del título, si bien dicha derrota fue solo el primer paso de otros éxitos como el Campeonato de Asturias por parejas logrado en 1995. “Fue un grandísimo jugador, enorme amigo y muy generoso con todos los suyos”, comentó en Los Arenales Isidro Álvarez, el “coloso de Carabanzo”, triple campeón de España y compañero con el que el fallecido alcanzó la gloria hace 26 años.

El buen hacer desde el tiro lo hizo objeto de deseo de muchas peñas. Defendió los colores de la histórica peña El Cristo, pasó por Blimea, El Arenal, creó una peña propia en Priañes y también jugó unos años en la peña La Escandalera, anfitriona de la desaparecida “bolerona” de La Pixarra antes de acabar su carrera en Lugones. “De lo completo que era no se sabía si jugaba más para la mano o el pulgar”, señaló el expresidente de la Federación Asturiana de Bolos y excompañero de Benigno en El Arenal, Desiderio Díaz, quien, no obstante, pone por encima de lo bolístico su calidad humana. “Por si fuera poco, además de jugador bueno y valiente, era una grandísima persona”, declaró un Díaz cuya relación con el finado empezó en una bolera. “Siendo un chaval le jugó a Isidro mil pesetas después de que éste me ganara una final en Llanera, y creo recordar que le ganó el reto”, recuerda con cariño el exdirigente federativo.

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