La doctora Elena Sicilia (Oviedo, 1992) ha vuelto a la clínica familiar tras especializarse en Boston y obtener el premio a la “Excelencia Clínica”. Tras pasar por la Universidad de Oviedo, la doctora pasó por la Universidad Internacional de Cataluña (UIC) donde obtuvo el Máster en Odontología Restauradora y Estética Dental. Tras pasar por el centro académico catalán se desplazó a la Universidad de Tufts en Boston (EE UU), donde estuvo de 2018 hasta este año y se graduó con honores. Ahora aplica lo aprendido en la clínica de su padre, aportando “otra visión” a la empresa. “Nos compenetramos muy bien”, resume. Su apartado de especialización, la estética dental y el mundo de las prótesis, ha sufrido grandes cambios en los últimos años. Uno de los más recientes, y que quiere traer a Asturias, es el uso de equipos que reproducen la cara del paciente después de una operación. “Un documento que sirve de base para que en el quirófano se trabaje en un sentido concreto y que el paciente vea cómo va a ser el resultado”, relata desde su despacho.

La vocación le viene desde niña. Cuando era pequeña veía en la televisión las operaciones que realizaba su padre, el doctor Alberto Sicilia, quien las grababa para verse después y mejorar su técnica. “Es la mejor manera de corregir errores”, reflexiona ahora la doctora. Para ella resultaron esenciales para iniciarse en la misma disciplina.

El premio de la Universidad de Tufts lo recibió con ilusión. “Fue la recompensa a varios años de mucho esfuerzo”, resume. Que su labor se la agradezcan los pacientes, dice, le llena, pero hay algo que todavía le da mayor satisfacción: “Que tu trabajo lo aprecien los expertos y tus mentores es algo increíble”. El premio a la excelencia la corona como la mejor de su promoción en un exclusivo máster que solo ofrece seis plazas por año, pero también como una de las dentistas más cualificadas de España.