“En África siempre siento que la pobre soy yo; la mirada de aquellos moribundos en Etiopía me cambió la vida para siempre”. Lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA la misionera seglar Amparo García Naranjo, madrileña afincada en Noreña desde el año 2004, que en 2017 se vio cara a cara con su vocación en un viaje que realizó a Etiopía) para ayudar a curar y tratar a enfermos terminales en la Casa de la Madre Teresa de Calcuta y de paso cumplir un sueño que la acompaña desde niña.

Ahora, Amparo García Naranjo está deseando regresar con la madre Joaquina a la Misión de Gode (Etiopía), donde el misionero de la Misericordia Christopher Hartley puso en marcha el programa “Tamara”, para ayudar a mujeres con sida y otras enfermedades; en su mayoría dedicadas a la prostitución. “Las mujeres aprenden a tejer manualidades y a desempeñarse en una profesión digna; es un verdadero milagro ver cómo salen adelante”, indicó la misionera. La presentación corrió a cargo del sacerdote José Antonio Gómez Haces, que puso el énfasis en la distinta medida de las necesidades que existe en África y Europa. “Nosotros, los europeos, llevamos muy mal las carencias; quedarnos sin ascensor o sin calefacción es un drama; la mayor pobreza de nuestra sociedad es la falta de fe”, señaló Gómez Haces. Destacó la implicación de Amparo García Naranjo con el trabajo en África. “Ella no ha ido a hacer turismo ni siquiera voluntariado, ha querido implicarse de verdad”, añadió.

El viaje que cambió para siempre la vida de la exempresaria, madre de dos hijos, comenzó con un correo electrónico. Decía: “Amparo, ponte las vacunas”. Provenía de las Misioneras de la Caridad, la congregación fundada en 1950 por la Madre Teresa. “Colaboraba desde hacía tiempo en Cáritas y hacía voluntariados en Asturias, también en la cárcel y en la pastoral de la calle. Pero no rezaba demasiado y apenas iba a misa; cuando me llamaron para ir a África vi el cielo abierto”, relató. “Me mareo con la sangre, pero me dijeron que tenía que ayudar a los sanitarios, a las enfermeras, y aprendí a curar”, aseguró.

“Desde jovencita tuve una vocación misionera, pero mis padres no lo consideraron un camino con perspectiva de futuro, así que escogí otro. Soy una persona de fe y tenía la esperanza de que llegase lo que llegó”, relata. “Sin esperármelo, el Señor me hizo caso y me dio ese momento”, explicó.

Menéndez Salmón y “Horda”, esta tarde


Ricardo Menéndez Salmón presenta hoy, a las 19.00 horas, “Horda” (Seix Barral), acompañado por Eduardo Lagar, periodista y redactor jefe de LA NUEVA ESPAÑA. Menéndez Salmón concentra en la novela los grandes temas que han marcado su obra a lo largo de los años, como la pérdida de sentido del discurso colectivo, la muerte de la palabra, el legado que dejamos a los que nos sobreviven y cómo la tecnología nos transforma.