Tres días después de que la delegada del Gobierno, Delia Losa, se declarara “optimista”, ante la posibilidad de que se “fraguara” un acuerdo sobre el futuro de los terrenos de la fábrica de armas de la Vega, el delegado de Defensa en Asturias, Juan Luis González Martín, evidenció que el pacto entre las tres administraciones para desbloquear el desarrollo de los terrenos del recinto fabril a la entrada de Oviedo está maduro. “En un futuro muy próximo”, declaró, “ya habrá un acuerdo entre Ministerio, Ayuntamiento y Principado”.
Juan Luis González Martín pronunció estas palabras este viernes, durante la celebración del Día de la Delegación, en el aniversario de su sede en la capital del Principado. González Martín confirmaba así, tácitamente, la previsión de que antes de fin de año las tres administraciones escenifiquen un principio de acuerdo para iniciar la transformación de esos 120.000 metros cuadrados en un espacio mixto que combine usos dotacionales, un polo empresarial biotecnológico, aprovechamientos residenciales y zonas verdes.
Superada la primera previsión, que situaba el principio de acuerdo para la vuelta del verano, en septiembre, el alcalde Alfredo Canteli admitió que las previsiones se habían retrasado pero que confiaba en poder hacer algún anuncio importante antes de fin de año. Según el regidor ovetense, esas eran las informaciones que le había transmitido el presidente del Principado, Adrián Barbón, en octubre. Durante ese mes también hubo visitas de mandos militares a la fábrica de armas, justo cuando en su interior la Fundación Princesa de Asturias preparaba las salas y los espacios dedicados a la Semana de los Premios.
Mientras, en Madrid, las reuniones se han seguido sucediendo, con presencia de técnicos municipales, interlocutores regionales como el vicepresidente Juan Cofiño, el propio Delegado de Defensa y otros técnicos y mandos del ministerio.
Que el parto de un documento de acuerdo, o de principio de acuerdo está cerca, es algo que se viene anunciando desde la vuelta del verano. Ahora, con las declaraciones de Delia Losa, a principios de semana, y de Juan Luis González Martín, ayer mismo, parece que la foto de las tres administraciones celebrando un nuevo futuro para la vieja fábrica de armas podría ser inminente.
El Delegado de Defensa no solo se refirió a las negociaciones sobre La Vega, en su opinión, la situación de su Delegación en Asturias tiene un futuro que “se presenta esperanzador”. Ese optimismo, explicó, reposa por una parte en esas conversaciones para dar nueva vida a la fábrica de armas de La Vega y por otra en la fabricación de los 8x8 en Trubia. Las primeras, las conversaciones, recalcó, “van por el buen camino”. La fabricación de los nuevos vehículos en la factoría trubieca, resumió, es una realidad: “Ya está aquí”. González Martín confió, además, que en Trubia pueda aumentar la carga de trabajo con otros proyectos: “Ahora hay que esperar que, en beneficio de Asturias, Santa Bárbara pueda conseguir mayores contratos, lo cual aseguraría el funcionamiento de la factoría por mucho tiempo”, razonó.
En declaraciones a los periodistas, el delegado de Defensa siguió explicando su visión del futuro de la inmensa parcela fabril a la entrada de Oviedo, y detalló que “poco a poco se va viendo la luz”. “Y yo creo”, concluyó, “que en un futuro muy próximo ya habrá un acuerdo entre Ministerio, Ayuntamiento y Principado”.
El matiz de involucrar a las tres administraciones es importante. Es, de hecho, el cambio sustancial entre las negociaciones del anterior equipo de gobierno local y las que está desarrollando este, la inclusión del Principado en la ecuación.
Es la misma idea que pusieron encima de la mesa desde la Cámara de Comercio, un ente que ha estado muy involucrado en tratar de hacer ver la oportunidad estratégica que esas naves y esos terrenos tienen para el futuro regional. Su presidente, Carlos Paniceres, ha declarado en muchas ocasiones que lo que se haga en La Vega ha de tener un carácter metropolitano y estar concebido para toda Asturias. Ellos insisten en la idea del polo orientado al sector biosanitario, que funcione apoyándose en el HUCA y en el ecosistema emprendedor que se va formando en ese sector, entre la FINBA y el Vivarium de Ciencias de la Salud.
Alfredo Canteli ha mostrado su acuerdo con el desarrollo de ese conglomerado empresarial al que se podría sumar una gran empresa tractora. La transformación del espacio habrá de contar, no obstante, con aprovechamientos que permitan financiar la operación, así como con zonas verdes, edificios de usos múltiples, usos culturales y reaprovechamiento de buena parte de su patrimonio industrial, con los edificios aún sin catalogar.
