La entrada de Oviedo cambiará de cara, la rotonda de la Cruz Roja pasará a ser parque y mirador hacia San Julián de Los Prados. La idea que ayer presentaron el concejal de Infraestructuras y la empresa Incenersa, encargados del diseño del proyecto, pasa por reducir la afluencia de vehículos para que los ciudadanos puedan disfrutar de un patrimonio cultural “verde” y sostenible. El plan para convertir la glorieta en el “Mirador de Santullano”, adelantado por LA NUEVA ESPAÑA, mostró ayer por primera vez las infografías con la empresa que ganó el concurso. Los vecinos podrán hacer sugerencias durante un proceso participativo que se repetirá el próximo lunes a las 19.00 horas en el IES Pérez de Ayala.
La idea, en definitiva, es convertir la glorieta de la Cruz Roja en un gran parque urbano que limite la calzada –que hoy ocupa la mitad del espacio– a tan solo un 29% del terreno. Ahora, el equipo redactor del proyecto tiene cuatro meses para terminar de desarrollar su proyecto. Las obras, que está previsto que comiencen a finales del año que viene deberían finalizar en octubre de 2023.
Estos plazos son un imperativo. La actuación está cofinanciada por los fondos Edusi conseguidos durante el último mandato y, para poder recibirlos, el Ayuntamiento ha de tener ejecutadas las obras antes de que termine el año 2023. De los 2,5 millones de euros que costarán los trabajos, cerca de un millón será lo que se cargue a los fondos europeos. Otro de los requisitos de las operaciones cofinanciadas con el dinero de Bruselas, es que opten por “un desarrollo sostenible”. El proyecto incorpora nuevas zonas ajardinadas, con un pequeño parque a las puertas de la Fábrica de Armas y zonas verdes con árboles autóctonos que, actualmente, están amenazados.
En su propuesta, la empresa elimina el acceso a la calle Emilio Alarcos desde la avenida de General Elorza y convierten en doble sentido de circulación la calle Amparo Pedregal. En el ámbito de la circulación, además de primar el tránsito peatonal y los carriles bici, el diseño de Incenersa parece priorizar la entrada desde la “Y”, en detrimento del tráfico que se incorpora desde Adelantado de La Florida hacia la nueva plaza-glorieta. Este nuevo espacio para los peatones tendrá un espacio de 4.750 metros cuadrados. Otro de los cambios será la geometría del lugar, ya que el espacio reservado para la calzada está inclinado y cuesta arriba. Mediante la remodelación, el mirador quedará en perspectiva horizontal, con vistas a las zonas verdes y una prolongación que da al atrio de San Julián. La finalidad es respetar la armonía del entorno. Además, las aceras contarán con mayor espacio para mayor esparcimiento de la población. “Queremos destruir poco y que los cambios cumplan su función. Va a pasar de convertirse en una glorieta con una fuente a un bulevar”, explicó Enrique Balbín, miembro de la UTE adjudicataria. El surtidor que hoy corona la rotonda se mantendrá en la reordenación de la zona.
“Deseamos una ciudad integrada con sus barrios”, defendieron los redactores, que aseguran que la movilidad no entiende de estratos sociales. “Queremos explicar la idea y escuchar propuestas de mejora. Saber en qué puede enriquecerse y mejorarse”, declaró Nacho Cuesta, que invita a los vecinos a participar en la jornada del lunes.
