Una Junta de Gobierno “extraordinaria y urgente” consumará los cambios en el callejero de Oviedo. Veinte nuevos nombres de calles entrarán hoy en vigor por decisión municipal: las diecisiete afectadas por la ley de Memoria Democrática y las que se le darán al deán de la Catedral, Benito Gallego; el Padre Valdés, y Federico García Lorca, que recuperará un espacio, aunque en detrimento de Indalecio Prieto. Las placas, sin embargo, se harán esperar. Fuentes municipales temen que la oposición recurra a los tribunales para frenar el cambio. Los nuevos nombres no están exentos de polémica puesto que se han retirado once calles dedicadas a mujeres, lo que ha suscitado las críticas de la izquierda, las asociaciones feministas, colectivos de la Universidad de Oviedo e incluso de la agrupación local de Ciudadanos de Gijón.
Polémica al margen, tanto el PSOE como Somos se muestran cautos sobre un posible recurso judicial. “Veremos cómo visten el muñeco y después decidiremos qué hacemos”, aseguraba ayer el concejal socialista Ricardo Fernández, que considera que Canteli ha hecho una “purga selectiva borrando a las mujeres”. Ana Taboada, portavoz de Somos, tiene claro que va a dar “la batalla moral” contra una actuación que considera “machista y autoritaria”, pero no sabe si llevará al Juzgado la guerra por el callejero: “Habrá que ver cómo lo articulan”. La urgencia de la celebración de la Junta de Gobierno les pilló “con el pie cambiado”. En principio, el Ayuntamiento llevará a cabo la modificación ejerciendo la potestad discrecional del Alcalde, que delegará en la Junta de Gobierno.
Las referencias a personajes vinculados al franquismo fueron el germen de un baile en el callejero que se celebró durante años en las salas de lo contencioso. El Estado (en virtud de la ley de Memoria Histórica) mandó retirar nombres vinculados al régimen y el tripartito ejecutó la decisión, pero un recurso por un defecto de forma devolvió los nombres originales a las calles de Oviedo. Al llegar al Consistorio, Alfredo Canteli tuvo que acatar la recién entrada en vigor ley autonómica de Memoria Democrática, pero decidió incorporar nombres que decidió su gobierno y no los que habían dado sus predecesores a las calles en liza.
Las plazas del Fresno y de la Libertad volverán a sustituir a la Gesta y la Liberación y Melquiades Cabal a Comandante Bruzo. El resto de vías tendrán nuevos nombres. La histórica Calvo Sotelo pasará a llamarse finalmente Calvo-Sotelo, Presidente, en referencia al sobrino del ministro de Primo de Rivera, y Lorca, el nombre que llevó durante dos años, se recuperará en las inmediaciones de la plaza de la Poesía, desplazando a Indalecio Prieto por decisión municipal.
Ajenas a las idas y venidas del callejero franquista se harán oficiales las denominaciones de otras dos nuevas calles ya anunciadas. El deán de la Catedral, Benito Gallego, nombra a una de las glorietas de la calle La Regla, junto al Antiguo. El histórico entrenador de hockey y profesor de los Dominicos Padre Valdés nombrará el paseo del Campillín más próximo al colegio.