La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cargadores, patinetes y bicis, el plan de movilidad sostenible de Oviedo para 2022

El próximo presupuesto destinará dos millones de euros para instalar unos cuarenta puntos de recarga de vehículos eléctricos en las calles

Nacho Cuesta (a la izquierda) y Alfredo Canteli, en el Ayuntamiento. | L. MURIAS

Bicicletas, patinetes eléctricos y cargadores a pie de calle. El área de Infraestructuras abrirá el mes que viene la puerta a que las empresas operadoras de patinetes eléctricos de alquiler vuelvan a trabajar en Oviedo. Para que los patinetes se conviertan en una realidad, el Ayuntamiento les brindará la posibilidad de utilizar los más de 150 aparcabicis que se instalaron a lo largo del año pasado. La concejalía del teniente de alcalde Nacho Cuesta quiere favorecer, igualmente, la existencia de un sistema de alquiler de bicicletas eléctricas, para lo que, según fuentes municipales, “se están estudiando las fórmulas”. Además, en el proyecto del presupuesto de 2022 que está elaborando el Consistorio se ha incorporado una partida de dos millones de euros para instalar hasta cuarenta puntos públicos de carga para vehículos eléctricos.

Las posibilidades de atraer empresas que apuesten por la movilidad eléctrica se solapan con los proyectos que deberán ir ejecutándose a partir de año que viene. La reurbanización de la actual glorieta de la Cruz Roja y de la margen derecha del bulevar incorporan en su diseño nuevos carriles bici. En los presupuestos del año que viene, según ha podido saber este diario, también se plantea incorporar la ejecución de un nuevo paso para bicicletas y patinetes, el que unirá El Rubín con La Corredoria. El proyecto de los carriles bici, según han reiterado en varias ocasiones desde el Ayuntamiento, se pretende acometer “por fases”. Ejecutando las primeras obras en los barrios de la ciudad, tejiendo así una red que termine conectándose, en último lugar, con la llegada de los carriles bici al centro. Esta última actuación también se quiere diseñar con cargo al próximo presupuesto.

Tanto los proyectos de los carriles bici, como los de instalar cargadores eléctricos en las calles pretenden también cofinanciarse con fondos europeos. El Ayuntamiento está ahora “a la espera” de que el Gobierno central abra una línea de ayudas para sufragar las obras de instalación de los puntos de carga para vehículos eléctricos.

Un patinete.

Desde la concejalía de Urbanismo también se está ultimando el acuerdo con tres empresas de coches eléctricos de alquiler para que empiecen a funcionar en el municipio. Los técnicos están acabando de localizar los puntos en los que se habilitarían estas plazas de aparcamiento para alquiler de coches eléctricos, una actuación que estaba previsto que comenzase a funcionar en octubre, pero que se retrasó a causa de la paralización del contrato municipal de señalización que ya se ha vuelto a poner en funcionamiento. Hasta ahora, las empresas que operaban en Oviedo este tipo de coches compartidos solo utilizaban aparcamientos de titularidad privada (centros comerciales y en la Universidad). Con el acuerdo que están cerrando con el Consistorio se habilitarán plazas del centro de la ciudad y de los barrios para uso exclusivo de los usuarios de estas empresas. Nacho Cuesta señaló ayer que “las actuaciones en movilidad deben ir encaminadas hacia fórmulas de transporte más sostenible, en una pacífica y ordenada convivencia con el vehículo particular”. El edil reiteró que es la administración quien debe “invertir en el fomento y promoción de estos medios de transporte alternativo menos contaminantes”.

Zona de bajas emisiones

Actualmente, el Ministerio de Transportes está evaluando la solicitud del Consistorio de más de seis millones de euros para financiar la creación de su zona de bajas emisiones. La intención del área de movilidad, que depende de Seguridad Ciudadana, es conseguir el dinero de Europa para cerrar el tráfico a los coches más contaminantes. Serán restricciones de circulación a los coches de gasolina previos al año 2000 y de diésel anteriores a 2006, que se aplicarían en el área del casco histórico y sus manzanas aledañas. El trazado que se presentó a las ayudas de Bruselas comprende el entorno del Campo San Francisco y todo el casco viejo con la posibilidad de incorporar los ejes de las calles Rosal y Pelayo. La creación de “Oviedo Central” es una obligación para el año 2023, de acuerdo con la nueva ley de Cambio Climático. El Ayuntamiento sigue pendiente de la resolución del departamento ministerial, al igual que el resto de entidades locales que compiten por conseguir el maná europeo que pretende poner al día la movilidad de las ciudades españolas.

El área de Infraestructuras, por su parte, también incorporó un proyecto a la misma línea de fondos para descarbonizar el transporte. La apuesta de la concejalía fue electrificar la flota de autobuses urbanos de TUA que opera la empresa Alsa. De la mano del gigante asturiano del transporte los fondos, que se reparten en concurrencia competitiva, son “un valor seguro”, apuntan desde el gobierno. Para comprar los nuevos autobuses eléctricos se solicitaron más de diez millones de euros. Esta petición de dinero europeo también está siendo evaluada por el Ministerio.

La petición de fondos para electrificar la flota municipal de autobuses puede, precisamente, entorpecer la llegada del dinero de Europa para que los fondos Next Gen sufraguen la zona de bajas emisiones que el Ayuntamiento deberá comenzar a implantar dentro de poco más de un año.

El Consistorio decidió optar a la misma convocatoria con dos proyectos que se debían colocar en orden de prioridad. Urbanismo terminó “ganándole la partida” a Seguridad Ciudadana y su proyecto relegó el plan de la Policía para cumplir con la ley de la ministra Teresa Ribera a una segunda posición.

Desde el área de Seguridad Ciudadana confían en que el dinero termine llegando, al igual que el alcalde, Alfredo Canteli, que se comprometió a liderar, junto a La Coruña, la Red de Ciudades por una Movilidad de Bajas Emisiones. Si Oviedo, al final, no consiguiese los fondos para poner en funcionamiento su zona de bajas emisiones se debería costear con cargo a las arcas municipales, aunque de una forma “menos ambiciosa”.

Actualmente, el plan municipal incorpora al plan medidores de CO2 en varios puntos de la ciudad, la instalación de cámaras de videovigilancia y una inversión en el cuartel de la Policía Local para controlarlas.

Compartir el artículo

stats