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Benjamin Grosvenor Pianista, actúa esta tarde en el Auditorio Príncipe Felipe

“Me parecía fascinante poner a Liszt y a Chopin juntos en un programa”

“Amo la música española, toco obras de Granados y Albéniz y uno de mis compositores favoritos es el barcelonés Federico Mompou”

Benjamin Grosvenor. Luisma Murias

El pianista inglés Benjamin Grosvenor (Southend-on-Sea, Reino Unido, 1992) regresa a España y desembarca esta tarde, a las 20.00 horas, en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo para interpretar los “Intermezzi, op.117” de Brahms, la “Sonata n.º 3 para piano” de Chopin y dos obras de Liszt, “Berceuse” y la “Sonata en si menor”. Benjamin Grosvenor, considerado uno de los jóvenes talentos mundiales del piano, actuará próximamente con las sinfónicas de Chicago, Baltimore y Pittsburg, la Philarmonia Orchestra, la Staatsorchester de Hamburgo y la City of Birmingham Symphony Orchestra.

–¿Qué cualidades debe tener un buen pianista?

–Disciplina, imaginación, excepcional control del instrumento y facilidades técnicas que permitan expresar las propias ideas musicales, pero también un oído interno y una visión musical muy desarrollados. Es un instrumento particularmente desafiante. Cuando se toca en solitario, uno debe tener el control de todos los aspectos de la partitura musical. Es como ser el director y tocar todos los instrumentos de la orquesta al mismo tiempo. Es una disciplina tanto mental como física.

–Su madre es profesora de piano, empezó a estudiar con ella a los 5 años. ¿Lo hizo por vocación?

–Comencé a tocar el piano cuando tenía 5 años y decidí que quería ser pianista cuando tenía 10, así que ninguna de estas decisiones fueron tomadas con la consciencia de un adulto.

–No le ha ido mal...

–¡No me arrepiento! Cuando era más joven también tocaba el violonchelo, pero para mí era frustrante tener solo una línea musical. He seguido tocando el piano porque amo la música y quiero comunicarlo a la gente.

–¿Cómo podemos hacer que los niños se enamoren del piano y sean constantes en el aprendizaje?

–No creo que debamos intentar “hacerlos”, sino guiarlos suavemente hacia él. Lo importante es dar a los niños una buena educación musical en general y desde que son pequeños enseñarles a escuchar música. No debemos olvidar que los niños son sorprendentemente receptivos a muchas cosas.

–Los músicos compiten hoy con legiones de youtubers e influencers de todo tipo...

–Sí, pero independientemente de eso, tenemos el poder de llevar la música a los niños, tocar para ellos en las escuelas. En un mundo ideal todos los niños deberían tener la oportunidad de aprender un instrumento si así lo desean.

–¿Por qué ha elegido el programa que trae hoy a Oviedo?

–Las sonatas de Chopin y Liszt son obras maestras, escritas muy cerca una de la otra, dos obras muy diferentes pero que, sin embargo, comparten la misma tonalidad. Pensé que sería fascinante ponerlas juntas en un programa. “Intermezzi op.117” de Brahms actúa como preludio de la sonata de Liszt, con su atmósfera oscura e íntima, y “Berceuse” de Liszt conecta a Liszt con Chopin. Se trata de una obra rara que está claramente inspirada por Chopin y, sin embargo, es una visión nocturna más oscura y turbulenta.

–¿Le interesan los grandes compositores españoles del piano como Granados, Turina y Falla?

–¡Amo la música española! Toco la mayor parte de las “Goyescas” de Granados y la “Suite Iberia” de Albéniz. Le diré también que uno de mis compositores favoritos es el barcelonés Federico Mompou.

–¿Diría usted que el piano es un instrumento muy inglés, dada su presencia constante en la literatura y en la pintura?

–¡Yo diría que es un instrumento muy internacional y cosmopolita! Y muy accesible también. Es bastante especial porque cualquiera puede sentarse y tocar una melodía en un piano, mientras que con un instrumento de cuerda o un instrumento de viento o metal es muy difícil hacer un sonido.

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