La Catedral de Oviedo celebra su 1.200.º aniversario y la profesora de Arte en la Universidad de Oviedo Yayoi Kawamura le rindió homenaje mediante una conferencia que recorrió los siglos de historia de las reliquias y alhajas que alberga. Aunque, según la ponente, algunas memorias en ocasiones son confusas debido a los mitos que encierran. “Las reliquias tienen una parte de leyenda que se mezcla con la realidad”, así lo explicó ayer en el Real Instituto de Estudios Asturianos dentro del ciclo de conferencias “Sancta Ovetensis 1.200 años. Historia, arte y espiritualidad”. Presentada por Juan José Tuñón, miembro numerario permanente del RIDEA.

Lo primero fue diferenciar ente los conceptos principales de su intervención (tesoros y alhajas) y los lugares donde se custodian. “Si las reliquias son tesoros, los relicarios también”. Y explicó cómo necesitan continentes a la altura de su magnificencia. Respecto a las alhajas, contó que se trata del material y mobiliario litúrgico del que disponen los centros de culto. Para ilustrar la gran cantidad de objetos valiosos que han pasado por el lugar hasta el siglo XX, se centró en la historia de sus donantes y la supuesta procedencia de cada joya. Y aclaró que para obtener una información detallada resulta de gran ayuda consultar los inventarios y las inscripciones talladas en las figuras. Durante la presentación fue leyendo gran cantidad de averiguaciones sacadas de archivos y documentos. Reyes, clérigos y nobles desfilaron por las diapositivas, como beneficiarios de lo que los visitantes disfrutan hoy en el templo.

La docente lamentó la cantidad de patrimonio que se perdió con las décadas. Conflictos bélicos, falta de solvencia económica, saqueos y el desplazamiento entre parroquias son algunos de los motivos que Kawamura nombró como causantes del extravío. Aun así, supo ilustrar con ejemplos similares la apariencia que tendrían esos símbolos si siguieran salvaguardados en la Catedral. “Aunque no lo conservamos, se puede imaginar”, señaló la ponente.