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El Instituto de Investigación Sanitaria (ISPA) recibe el sello de excelencia del Ministerio

La acreditación del Instituto Carlos III puede propiciar más recursos humanos, infraestructuras y tecnologías al ente vinculado al HUCA

Personal de uno de los laboratorios del ISPA. Luisma Murias

Una aspiración que lleva más de una década de recorrido se hará realidad en las próximas semanas. Asturias se convertirá en breve en la decimocuarta comunidad autónoma que tenga un instituto de investigación biosanitaria acreditado por el Ministerio de Sanidad y en condiciones de concurrir a las ayudas a la investigación de más envergadura en España y en Europa. La evaluación llevada a cabo por los auditores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha dado como consecuencia un dictamen favorable, según pudo confirmar ayer este periódico.

En consecuencia, el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), cuya sede está emplazada al lado del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), al que está íntimamente vinculado, ascenderá al escalón de centro de excelencia que ambicionaba desde hace años. En los próximos días, se hará pública una resolución oficial que deberá ser difundida por el Boletín Oficial del Estado (BOE).

¿Qué transmite al mundo esta acreditación? Que el ISPA realiza una investigación biomédica de alta calidad y elevado interés social. ¿Y qué debería suponer? Sobre el papel, un aumento de los recursos humanos, infraestructuras y nuevas tecnologías, para ampliar y consolidar la calidad y cantidad de los equipos y líneas de investigación que se desarrollan en Asturias.

El ISPA había remitido su solicitud de acreditación a finales del pasado mes de marzo. En realidad, el proceso de acreditación comenzó, en sentido amplio, cuando el Gobierno de Asturias decidió crear la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria del Principado de Asturias (Finba).

La actividad de la Finba adquirió relieve en 2014, cuando esta iniciativa de la Consejería de Salud, en la que participan la Universidad y el Ayuntamiento de Oviedo, recibió el respaldo del sector empresarial privado y un grupo de compañías (Cajastur-Liberbank, Corporación Alimentaria Peñasanta SA (CAPSA), Fundación Alimerka, Fundación Caja Rural, Fundación EDP, Grupo Kiss FM, Grupo TSK, Industrias Lácteas Asturianas SA, el Grupo Pérez Simón y Transinsa Ambulancias de Asturias) constituyen el Patronato de la Fundación. Este apoyo empresarial ha decaído de manera clara en los últimos tiempos.

Dos años después, en 2016, se creó el ISPA, y la Finba pasó a ser el ente que la gestiona. A principios del presente año, Faustino Blanco, ex consejero de Sanidad de Asturias y ex secretario general de Sanidad (“número dos”) del Ministerio de Sanidad, asumió la dirección de la Finba, cargo en el que sustituyó a Enrique Caso, quien lo dejó con algunos trámites pendientes de completar. La agenda de Blanco tenía un objetivo primordial y casi único: la acreditación del ISPA. No lograrla sería un fracaso.

Fue a principios del pasado mes de septiembre cuando cuatro auditores externos nombrados por el Instituto de Salud Carlos III examinaron al ISPA sobre el terreno. A lo largo de tres días, el citado equipo mantuvo encuentros de trabajo con profesionales en diferentes etapas de su carrera investigadora y con personal de apoyo técnico y gestor. Paralelamente, fueron examinando la documentación requerida. Y evaluaron el cumplimiento de los más de 160 indicadores o requisitos que exige el Carlos III para otorgar su sello de acreditación.

En el transcurso de su tarea, los auditores desvelaron algunas de las fortalezas que percibieron en el ISPA, entre las que destacaron el importante apoyo institucional, el proyecto de desarrollo estratégico, las instalaciones del HUCA y del conjunto del Instituto, así como el alto nivel de su producción científica. Según un comunicado que por entonces hico público el ISPA, “el equipo auditor hizo hincapié en la ilusión percibida entre los profesionales del Instituto y en el esfuerzo y profesionalidad de la Oficina Técnica de Gestión de Finba, mencionando especialmente la labor de gestión documental de Roberto Fernández y la interlocución mantenida con el conjunto profesional que les dio soporte documental”.

La acreditación que ahora otorga el Ministerio de Sanidad centró buena parte de los empeños del anterior director científico del ISPA, Carlos Suárez Nieto, quien permaneció en el puesto justamente hasta el término de la auditoría. Pocas semanas después fue designada para sustituirle la genetista María Victoria Álvarez.

La solicitud de acreditación del ISPA iba acompañada, como es preceptivo, de un informe de compromiso y solicitud de los consejeros de Salud, Pablo Fernández, y de Ciencia, Innovación y Universidad y Borja Sánchez, respectivamente, en calidad de máximos responsables de la investigación y la innovación pública en el Principado.

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