Un joven de 18 años ingresará hoy en prisión, como ha confirmado la Fiscalía del Principado, tras aceptar una condena de 6 meses de cárcel por amenazar a su exnovia, de 14 años. La acusación pública se opuso a la suspensión de la ejecución de la pena y la juez así lo admitió.

El acusado, que fue detenido ayer en una operación policial que generó un gran despliegue en La Corredoria, reconoció en el juicio rápido celebrado esta mañana en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 1 de Oviedo haber cometido un delito de amenazas contra la joven. Y, además de la pena de prisión, asumió la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros a la víctima, su domicilio, lugar de trabajo/estudio o cualquier otro que frecuente, y de comunicarse con ella por cualquier medio, todo ello durante 2 años. También la prohibición de tenencia y porte de armas por el mismo espacio de tiempo.

Las circunstancias por las que ha sido condenado el acusado tienen que ver con la relación que mantuvo durante 9 meses con una joven de 14 años, relación "que estuvo caracterizada por los conflictos originados por la actitud desconsiderada y agresiva de él hacia la menor", dicen en Fiscalía. La relación finalizó el pasado mes de septiembre a instancias de ella, momento a partir del cual el acusado comenzó a remitir de forma reiterada mensajes de texto y audios, y a llamarla, con ánimo de amedrentarla, profiriéndole expresiones como: “olvídate de mí, procura que no te vea con ninguno por ahí porque os busco la muerte a todos”; “ni te voy a dejar vivir, ahora sí que vais a tener que ir a vivir a …, mejor que no vayas al instituto, y corre, vete a denunciar si quieres, que me cago en los muertos de quien me ponga una denuncia”; “hazme caso que lo vas a pagar, y te repito que vengas tú antes de que vaya yo a buscarte”; “(…), así me coja la nacional, (…), como te vea por … con alguno, te entierro”; “que yo la dirección para ir a por tu padre me la sé, vamos, como me sigas hinchando los cojones no voy a regir, voy a ir a por todos, cacho zorra (…)”, entre otros muchos mensajes.

Esta conducta provocó un gran estado de ansiedad y temor en la joven, que renunció a cualquier reclamación económica por esta causa.

Los hechos fueron considerados constitutivos de un delito de amenazas del artículo 169.2 del Código Penal.