Francisco Martínez-Guisasola, Paco Guisasola para la mayor parte de amigos, conocidos y clientes, falleció ayer en Oviedo a los 86 años. Con él se apaga el recuerdo vivo de una de las grandes instituciones comerciales del Oviedo del último medio siglo, de la posguerra a nuestros días, el de los históricos Almacenes Guisasola.

El local, negocio textil al por mayor, lo inauguraron en 1940 el abuelo de Paco Guisasola, su padre, Francisco y su tío José. Él fue un niño nacido en la calle San Bernabé en 1935, segundo de cuatro hermanos, que incluyen al médico cardiólogo José Martínez-Guisasola, siete años más pequeño que el empresario textil.

La infancia de Paco Guisasola transcurrió entre las travesuras por el Campo San Francisco, las aulas del colegio La Milagrosa y el internado con los jesuitas en Gijón. De regreso a la capital, los almacenes siguieron creciendo a costa de mucho trabajo y muchas horas y se mudaron de la acera de los impartes a la que todavía conservar el local, cerrado desde 2010. El negocio era exigente. En unas memorias dictadas a LA NUEVA ESPAÑA en 2017, Paco Guisasola explicaba lo que era aquella empresa: “Mi padre estaba viajando continuamente a Barcelona. El mayor problema no era vender, sino que te surtieran de mercancía. La ropa llegaba por ferrocarril, metida en grandes cajas de madera. Era un trabajo duro que funcionaba a base de viajantes que se recorrían Asturias, porque en los años cuarenta no disponíamos de coches y los viajantes cogían su maletinas, dos o tres, y para el tren”.

Trágico relevo

El 23 de noviembre de 1972 los padres de Paco Guisasola mueren en un accidente de tráfico y él, con 38 años, tiene que hacerse cargo del negocio. Dice que fue entonces cuando tuvo menos tiempo para el esquí, un deporte del que fue pionero en la región. Lo practicaba en Pajares, cuando solo subían cuatro a praticarlo, sin ninguna infraestructura, y llegó a participar en un campeonato de España.

Conoció a su mujer, Margarita Campa, en la Escuela de Negocios. Él tenía 20 años, ella, 15. Ella también procedía de una familia de comerciantes y juntos recorrieron una vida de trabajo y también satisfacciones familiares, con tres hijos (Javier, Armando y Nacho) y seis nietos.

Almacenes Guisasola cerró a principios de 2010, después de estar setenta años como negocio de referencia en la venta textil, también de calzado.

La capilla ardiente ha quedado instalada en el tanatorio Los Arenales, desde hoy a las 11.00 horas de la mañana. El lunes a las doce del mediodía sus cenizas serán recibidas en la basílica de San Juan El Real, donde se celebrará el funeral.