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“Oviedo Central” supera el primer corte para conseguir la financiación de la UE

El Ministerio de Transportes aprueba los proyectos para la zona de bajas emisiones y la electrificación de TUA, valorados en 16 millones de euros

El tramo de Uría que separa el Campo San Francisco de la Escandalera. | Irma Collín

Oviedo ha superado la primera criba del Ministerio de Transportes haciendo pleno. Tanto el proyecto de “Oviedo Central”, la zona de bajas emisiones para el centro de la ciudad, como el de la compra de autobuses eléctricos para terminar de modernizar el servicio de TUA han entrado en la batería de actuaciones admitidas por el departamento de Raquel Sánchez para obtener la nueva remesa de fondos europeos dedicada a modernizar la movilidad española.

El concejal de Seguridad Ciudadana, José Ramón Prado, cuantifica la inversión necesaria para cerrar el centro de la ciudad al tráfico contaminante en 6,3 millones de euros. Ahora, el Ministerio hará un estudio detallado de cada una de las propuestas de las ciudades españolas, y pretende repartir entre las entidades locales los primeros 1.000 millones de euros este invierno. Este dinero se reparte en concurrencia competitiva. Los mejores proyectos se llevarán más cantidad y los que no cumplan requisitos no verán ni un euro. Las 259 solicitudes admitidas tienen un valor de unos 1.500 millones de euros, justo lo que tiene presupuestado el programa (que repartirá otros 500 millones en un momento posterior). En principio, Oviedo cuenta con obtener financiación para sus dos proyectos, porque los números salen y “las cosas se han hecho bien”, aseguran desde el Consistorio.

El área de José Ramón Prado, que lidera el proyecto de la zona de bajas emisiones quiere conseguir el máximo posible. El Ministerio financiará hasta un 90% de los proyectos municipales. La zona de bajas emisiones es una obligación de la nueva Ley de Cambio Climático, que la exige para todas las ciudades de más de 50.000 habitantes. En el Antiguo y el eje del Campo San Francisco no podrán entrar los coches más contaminantes, a no ser que sean residentes o tengan una autorización expresa. La prohibición se articulará con nuevas señales en las entrada del corazón verde de la ciudad y cámaras que controlarán las matrículas del tráfico. La zona de bajas emisiones tiene que entrar en funcionamiento en un plazo de dos años. Entonces, no podrán circular por la zona vetada los vehículos de gasolina anteriores al año 2000 y de diésel previos a 2006.

Gráfico.

Según la presentación que hizo el edil en Málaga la pasada semana para presentar su proyecto de bajas emisiones, el inicio del proceso se debería hacer “antes de que acabe este año”. Estos primeros pasos serán estudios y preparación de pliegos. Una vez llegue el dinero de Bruselas, Oviedo se lanzará a contratar a una consultoría especializada para que guíe a la ciudad en un camino que, hasta ahora, solo han seguido en España Madrid y Barcelona. La primera no sin cierta polémica e idas y venidas judiciales. Durante el desarrollo del proyecto, dos consultoras externas asesoraron al Consistorio para presentar sus planes al Ministerio.

En 2023 todos los vehículos de Oviedo deberán contar con la pegatina ambiental que expide la Dirección General de Tráfico. Las restricciones a los vehículos en el centro de la ciudad serán progresivos. El Ministerio irá haciendo, de manera progresiva, más exigentes las restricciones a la circulación en las ciudades para empujar hacia otro modelo de movilidad. El Ayuntamiento ya va moviendo ficha, mejorando TUA, habilitando la ciudad al coche eléctrico de alquiler, permitiendo la llegada patinetes y bicicletas eléctricas. Todo actuaciones proyectadas por Urbanismo e Infraestructuras que todavía deben concretarse. Sobre la mesa también está el carril bici que se prevé que dé sus primeros pasos con dos licitaciones en 2022 para iniciar las obras en La Florida y La Corredoria.

La ciudad, más cerca de la flota de buses más moderna del país

El Ayuntamiento tenía dos balas para captar la nueva remesa de fondos europeos, dos proyectos que debía ordenar según sus preferencias. El equipo de gobierno primó la electrificación del 50% de la flota de TUA y dejó en segundo lugar la zona de bajas emisiones. El Ministerio de Transportes solo obliga a que la segunda sea una realidad. Si el Ayuntamiento no cuenta con su “Oviedo Central” dentro de dos años, la ciudad podría recibir sucesivas multas, que se definirán en el desarrollo de la Ley de Cambio Climático. La electrificación del servicio operado por ALSA tiene un presupuesto de 4,1 millones de euros para adquirir cargadores para los autobuses y otros 5,7 para renovar la flota. Hace escasos meses, el Ayuntamiento ya renovó los vehículos más anticuados por un modelo híbrido “cero emisiones”. Si, finalmente, el Ministerio aprueba el proyecto, Oviedo tendrá los autobuses más modernos de España.

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