La abrumadora mayoría de mujeres que había entre los más de cien asistentes al cuarto encuentro de los clubes de lectura de las bibliotecas de Oviedo dio la razón desde el principio a la escritora Pilar Sánchez Vicente en la charla que dio ayer en el Palacio de Congresos de Oviedo, en la que criticó el lugar que ocupa la mujer en la historia, haciendo un énfasis especial en la de la literatura. “Las mujeres leen más que los hombres en todas las edades”, comenzó explicando la también historiadora, que a continuación trató de explicar cómo y por que hay esa mayoría de lectoras.

La autora hizo un repaso del ninguneo que han sufrido las mujeres a lo largo de la historia, comenzando desde las pinturas de las cuevas prehistóricas: “Se descubrió que había manos de mujeres”. Y es que, continuó, “la historia es un relato y las mujeres somos víctimas de ese relato”, razón por la cual están “excluidas de la literatura, la economía y la ciencia”. “A nosotras nos quedó el papel de cuidar”, añadió. Ese relato ha terminado por ser “una losa” que termina afectando a la “autoestima”. Y uno de los principales problemas, denunció Sánchez Vicente, es “la ausencia de referentes”.

Poco a poco, las mujeres, las de clase alta, comenzaron a leer. Y también a escribir. Una literatura que, explicó Sánchez Vicente, fue “totalmente despreciada” y calificada de “literatura confesional”. Eso llevó a que muchas autoras comenzaran a escribir obras anónimas o a hacerlo con seudónimo. Para ilustrar esa marginación de la mujer en la historia de la literatura puso a la Generación del 98 y a la Generación del 27, cuyas autoras están ocultas. “Esta ocultación tiene muchas consecuencias para las generaciones futuras”, añadió. Algo que se acentuó en España “con la dictadura”.

Todo ello tiene su reflejo hoy en día en los libros de texto de colegios e institutos, tanto en la literatura como en otros campos: “Las referencias a mujeres escritoras y científicas en los libros de texto son solo el 7,6%”, explicaba la escritora asturiana, que exigía “estar en la misma posición”. Otro ejemplo fue el de la Real Academia de la Lengua, que, dijo, “tardó 300 años en hacer académica a una mujer”. Sánchez Vicente llevaba más munición: “Hay 47 hombres que han ganado el Premio Nacional de Literatura por 10 mujeres, 98 hombres Premio Nobel de Literatura por 14 mujeres, y 41 hombres Premio Cervantes por 6 mujeres”.

Tuvo tiempo Pilar Sánchez Vicente para hacer un cariñoso homenaje a Almudena Grandes, escritora recientemente fallecida, con la que dijo compartir que “la literatura tiene el deber de la memoria” y de la que elogió haber “dado voz a mujeres anónimas”. Una vez terminada la exposición, las lectoras que acudieron comenzaron un debate en el que se preguntaron “¿qué podemos hacer para que la mujer entre la historia?”. La conclusión, algo más optimista, fue que “se han mejorado muchas cosas pero no hay que despistarse”.