El cierre del ocio nocturno no arredró a muchos jóvenes, que decidieron celebrar la entrada en el nuevo año con varios macrobotellones, el más numeroso de los cuales se registró en el parque de Invierno de Oviedo. Allí se congregaron hasta un millar de jóvenes, con DJ y altavoces, lo que provocó que algunos vecinos pusiesen el grito en el cielo ante la imposibilidad de conciliar el sueño. también hubo quién remarcó lo injusto de esas reuniones masivas, mientras el ocio nocturno permamecía cerrado por decreto. El macrobotellón del parque de Invierno fue estrechamente vigilado por los agentes de la Policía Nacional y la Policía Local, y aunque se produjo un conato de enfrentamiento con los agentes, la noche se saldó finalmente sin incidentes ni identificados. A las siete y media de la mañana, quedaban en este punto unas 80 personas, inasequibles al cansacio. Fuentes policiales indicaron que se trató de una noche "tranquila", más incluso de lo habitual.

La amarga queja de una vecina de Oviedo por los ruidos del botellón de Nochevieja: "Es como una discoteca ambulante"

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En Oviedo también hubo otro botellón en el parque San Francisco, aunque con muchos menos participantes. En Avilés, en el parque del Carbayedo, llegaron a reunirse esta madrugada 500 personas para seguir celebrando después de las uvas. En torno a las ocho de la mañana, quedaban unas cincuenta, que fueron desalojadas por los agentes locales sin mayores problemas. también en Gijón hubo macrobotellón. El punto de reunión fue el auditorio del Cerro de Santa Catalina, que fue disuelto sin mayores problemas por los agentes de la Policía Local.

Por supuesto que en todas estas aglomeraciones brilló por su ausencia el uso de mascarilla y otras medidas de seguridad frente al covid-19.