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Muere Alfonso Ordieres, maestro de violinistas

El músico, que tenía 91 años, codirigió la Sinfónica de Asturias y fundó la Orquesta Univesitaria

Ordieres, en una foto de su amigo José Manuel Nebot.

Luto en la música asturiana. El violinista Alfonso Ordieres, referente de las cuatro cuerdas en la región e iniciador de una fecunda estirpe de músicos, falleció este jueves en Oviedo, de causas naturales, a los 91 años de edad.

Natural de Gijón, Ordieres se formó con Ángel Muñiz Toca, mostrando desde muy joven su talento con el violín. “Ordieres ganó en 1954 el premio nacional de violín Pablo Sarasate, y después tuvo una experiencia en el extranjero, en Italia, cuando no era tan frecuente”, relata Ramón Sobrino, catedrático de Musicología de la Universidad de Oviedo.

La vocación musical le venía, probablemente, de su abuelo, que había sido guitarrista en su juventud. De hecho, el propio Alfonso Ordieres también tocaba con gran pericia las seis cuerdas. “Cuando empezó daba clases de guitarra, en aquellos años duros en los que a los músicos no nos daba para vivir”, relata el crítico y escritor musical Pablo Siana.

Su talento al violín acabó por imponerse, y Alfonso Ordieres logró armar una imponente carrera como intérprete. Se desplazó a Roma, donde completó su formación bajo la tutela de Remy Principe, y se hizo con el puesto de concertino en la Orquesta Benedetto Marcello de Venecia. De regreso a España, fue solista de violín de la Orquesta Nacional Universitaria de Madrid, antes de retornar a Asturias, donde se asentó como director adjunto de la Orquesta Sinfónica de Asturias, antecedente de la actual OSPA, y como profesor de conservatorio.

“Mantuvo siempre la inquietud de hacer música. Tocó en distintos grupos de cámara y fundó varias agrupaciones. Fue el primero en impartir en el conservatorio la asignatura de Conjunto instrumental, y de ahí nacieron la Orquesta del Conservatorio y luego la Universitaria, que fue la primera orquesta universitaria de España”, destaca Sobrino.

Ordieres, en un homenaje por su jubilación. LNE

Además de su brillante trayectoria, Ordieres destaca por su labor como formador. “Tiene muchos discípulos. Ricardo Martínez del Fresno, Marcos Fernández o Manuel Martínez Álvarez-Nava, que dirige la Orquesta Clásica de Vigo, fueron alumnos suyos”, enumera Sobrino, quien destaca asimismo la trayectoria de dos de los hijos del violinista, Alfonso y Pedro, que presentan también brillantes trayectorias con ese mismo instrumento (el primero está en la Orquesta Nacional de España y el segundo en la OSPA, ejerciendo además como director de la Orquesta Universitaria). Un legado que continúa en la figura de su nieta Beatriz Ordieres, también violinista.

“Tenía un extraordinario carisma, un don de gentes increíble y una gran capacidad para animar y estimular a los alumnos, de los que sacaba lo mejor”, señala Sobrino. “Como violinista es una institución, un fenómeno y un músico de los de verdad, de los que les gusta lo que hacen”, añade Siana. El funeral será este viernes, a las 16.00 horas, en San Isidoro el Real.

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