La Ópera de Oviedo tiene un plan de contingencia para mantener las funciones de "Adriana Lecouvreur" ante la escalada de casos de covid que se está registrando en la región. La pandemia ha afectado ya, de forma moderada, al plantel, con cuatro positivos activos y alguno más entre los técnicos del Campoamor. Una circunstancia que no ha afectado de momento a la producción, ya que los ensayos continúan con el resto de artistas con normalidad, pero que ha llevado a los responsables de la temporada a plantear alternativas, tanto a nivel de calendario como de reparto, para garantizar que no habrá problemas para completar las funciones del último título de la temporada.

En primer lugar, la dirección artística de la Ópera ya ha contactado con varios intérpretes que podrían incorporarse al reparto en el caso de que alguno de los cantantes principales caigan enfermos y deban abandonar la producción. Esto no afectará en ningún caso a Ermonela Jaho, que encarnará el rol central de la ópera y que es uno de los grandes reclamos de la producción, tras su magistral desempeño la temporada pasada en "Madama Butterfly": la soprano albanesa pasó el covid en diciembre, cuando estaba en Madrid, por lo que su presencia se da por segura.

El otro escenario que se baraja en la ópera es retrasar el estreno. En ese caso, lo que se haría es trasladar la función première, programada para el 24 de enero, hasta el 4 de febrero. La primera función, programada para el 27 de enero, seguiría en esa fecha, que sería la primera del título. En todo caso, los responsables de la Ópera son optimistas y confían en que la evolución de la pandemia sea benigna y no sea necesario activar el plan de contigencia.