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EDP negocia con un fondo de inversión la venta de los terrenos de la Fábrica de Gas

Las administraciones asturianas se reunirán con la entidad, participada por la Unión Europea, para estudiar las posibilidades del recinto fabril

Los terrenos de la Fábrica de Gas vistos desde el aire. | Irma Collín

La Fábrica de Gas, que parecía un nudo sin solución en el corazón de la ciudad, puede ver la luz tras años de parálisis. En las agendas de las administraciones asturianas ha aparecido el nombre del fondo de inversión Ginkgo, interesado en hacerse con los suelos del viejo recinto fabril. Según apuntan fuentes conocedoras de la operación, EDP, propietaria de la fábrica, ya ha mantenido contactos con la entidad financiera con el objetivo de alumbrar un acuerdo para deshacerse de su propiedad en el casco histórico de la ciudad. La entidad financiera, participada por la Unión Europea, está especializada en regeneración urbana y descontaminación de suelos industriales. Las administraciones asturianas se reunirán con el fondo para estudiar la viabilidad de una operación en los suelos de la antigua Hidroeléctrica del Cantábrico.

La entidad financiera acaba de desembarcar en España y Portugal. Actualmente, tienen proyectos en marcha en Málaga, Mallorca y Oporto y se ha fijado en Oviedo para su llegada al norte del país. La empresa es especialista en descontaminación, el principal problema que tiene el recinto y el que ha frenado su desarrollo desde hace una década. En 2012, el arquitecto gallego César Portela desarrolló un plan especial que sigue vigente a día de hoy, pero los bandazos de la Administración y la difícil ecuación que supone mantener el patrimonio al tiempo que se descontaminan los suelos han llevado al traste cualquier iniciativa.

Fuentes de la eléctrica confirman que quieren deshacerse de unos terrenos que, reconocen, “son un problema”, debido a los costes de mantenimiento, las exigencias para conservar patrimonio y una complicada descontaminación que obliga a realizar catas durante tres años antes de que se pueda mover la primera piedra del proyecto.

EDP, según ha podido saber este periódico, estaría dispuesto a negociar el último precio que se le conoce a los terrenos. El anterior responsable de Urbanismo del Ayuntamiento, Nacho del Páramo, quiso comprar el recinto a finales del mandato del tripartito. El acuerdo estaba cerrado entonces en más de cuatro millones de euros.

Si finalmente el fondo suizo da el paso, el precio por el que se queden con los suelos podría ser inferior. Especializados en la descontaminación de suelos industriales, Ginkgo se haría cargo de la parte más costosa de la operación, lo que posiblemente abarataría la venta.

Los estatutos del fondo, que no tiene vocación patrimonial, le obligan a cumplir tanto con la descontaminación como con la conservación del patrimonio. Participado por capital público europeo, Ginkgo confía el desarrollo de sus proyectos a concursos internacionales de arquitectura. En sus últimos proyectos en la península Ibérica, el fondo ha confiado en Eduardo Soto de Moura, ganador en 2011 del premio “Pritzker”, considerado el “Nobel” de la arquitectura. El procedimiento que sigue la entidad financiera es adquirir, reurbanizar y vender a un promotor que tiene que seguir sus directrices en materia de eficiencia energética o conservación del patrimonio. En la Fábrica de Gas hay una serie de elementos de alto valor histórico: el gasómetro, una chimenea, la escalera helicoidal o la nave de la Popular Ovetense. Las diferencias entre lo que el plan especial de César Portela exige mantener y la sensibilidad de colectivos como el Colegio de Arquitectos han protagonizado algunos de los últimos movimientos sobre la Fábrica de Gas.

El año pasado, el Ayuntamiento planteó hacerse con la Fábrica de Gas con el objetivo de proteger íntegramente la nave que protagonizó la llegada de la electricidad a la capital asturiana. El proyecto quedó en nada, pero el alcalde, Alfredo Canteli, se ha marcado como objetivo resolver un nudo urbanístico en este mismo mandato. El regidor, además, fía la futura peatonalización de la calle Paraíso a la resolución de la Fábrica de Gas. Fuentes municipales confirman su voluntad de “ir de la mano” con el fondo de inversión si, finalmente, cristaliza la operación de compraventa.

El Ayuntamiento es propietario de una parte de la fábrica, el edificio de oficinas en cuyos bajos están reubicados los arcos de la antigua plaza porticada frente a la Catedral. Además, tiene la titularidad de los futuros viales y algunos espacios libres de uso público con elementos singulares, en especial, la gran marquesina central de Sánchez del Río, que funcionaría como una plaza pública cubierta.

Una fábrica plagada de patrimonio cultural y que es “un riesgo inaceptable para la salud”

Actualmente, dos informes contradictorios bloquean la situación administrativa de la Fábrica de Gas. La Consejería de Patrimonio dice que hay que descontaminar, pero al tiempo que se urbaniza y se presenta un proyecto para conservar los valores culturales del recinto fabril. Medio Ambiente, sin embargo, dice que esto último no es necesario y urge, una vez más, a limpiar los suelos, debido a los “riesgos inaceptables para la salud humana” que comporta. A los terrenos del viejo recinto –sin actividad desde el año 1985– se filtraron varias toneladas de hidrocarburos a lo largo de una larga historia industrial que comenzó en 1858. La cuadratura del círculo de la Fábrica de Gas es excavar ocho metros bajo los terrenos del recinto, para cumplir con los requerimientos de Medio Ambiente al tiempo que se preserva la historia de la ciudad que defienden la Consejería de Patrimonio y varias plataformas sociales. Dentro de la fábrica se conservan, por ejemplo, los antiguos arcos de la plaza de la Catedral. En el último proyecto aprobado se plantea realizar hasta ocho derribos de elementos “sin valor patrimonial”. Uno de los problemas está en la nave de la Popular Ovetense. Del edificio que da al Postigo, el más antiguo del recinto, se pide conservar únicamente la fachada exterior, la que cuenta con el famoso mosaico circular obra de Vaquero Palacios, pero no se exige conservar el resto de los muros. Esta nave ha sido el caballo de batalla de las asociaciones defensoras del patrimonio histórico. En el plan especial de César Portela, encargado por EDP, se prevé construir un edificio sobre la fachada de la nave. En ese documento, que, hasta ahora, es la norma que rige para el futuro urbanístico de la Fábrica de Gas, se permite construir hasta 100 viviendas.

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