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Multitudinario adiós a Maruja Díaz en Oviedo, la mujer que iluminó Asturias: "Era excepcional"

San Francisco de Asís se queda pequeño durante el funeral de la matriarca de Electra Norte, “una mujer excepcional”

Un momento del funeral.

Una multitud arropó este jueves a la familia de Maruja Díaz González de Lena (El Entrego, 1992), fallecida el pasado martes en Oviedo a los 92 años de edad. A las puertas de la iglesia de San Francisco de Asís, en la plaza del Fresno, Matilde Díaz, hermana de la difunta, recibía el cariño de amigos, vecinos y clientes de la que fuera Presidenta de Honor, matriarca y máxima accionista de Electra Norte. Matilde Díaz recuerda a su hermana como “una mujer excepcional” con las ideas claras y un carácter “dialogante”.

“Fue una persona singular, con muchas cualidades y una experiencia de vida intensa”, resumió el párroco de San Francisco de Asís al inicio de un funeral durante el que la iglesia se quedó pequeña. “Lo que nos suscita la figura de Maruja es admiración y cariño”, continuó el sacerdote. La vida de la matriarca de la eléctrica no fue para menos. Su labor fue decisiva para que la histórica Electra de Carbayín, fundada en 1923 por su suegro, Perfecto Díaz, siga a día de hoy siendo la única firma del sector de la electricidad que sigue en manos asturianas. La empresa continúa iluminando Siero y Bimenes, resistiendo en un mercado feroz dominado por las empresas multinacionales.

Muy vinculada a Carbayín, a Maruja Díaz se celebrará este viernes a las 13.00 horas en la iglesia parroquial de Santiago de Arenas de la localidad. La matriarca de la eléctrica asturiana deja seis hijos, once nietos, un bisnieto y tres hermanos.

Maruja Díaz, viuda desde 2013 de Julio Díaz, fue una mujer especial, explica su hermana Matilde, a que estaba muy unida. “Era muy progresista y moderna, también muy cuidadosa, muy culta y extremadamente solidaria”, resumía. A finales de los sesenta, Maruja y su esposo, que tenía varias empresas, decidieron centrarse en la compañía eléctrica. En aquella época, solo en Asturias había una treintena de empresas de distribución, pero todas fueron cerrando o concentrándose. De esas pequeñas compañías asturianas solo Electra de Carbayín logró sobrevivir.

La firma llevó a cabo en la década de los ochenta del pasado siglo una importante inversión cofinanciada por fondos públicos. Se renovó el material, que hasta entonces se averiaba con cierta facilidad, y empezó a producir y comercializar energía, convirtiéndose en Electra Norte. Al cumplir los setenta años Maruja Díaz dejó su cargo en la empresa para pasar a ser Presidenta de Honor de la firma y dedicarse a sus otras pasiones, la lectura y la escritura.

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