La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La OSPA engancha al público ovetense con la clásica de hoy

La formación sinfónica, dirigida por un sólido Baldur Brönnimann, ofrece un gran nivel en un concierto patrocinado por LA NUEVA ESPAÑA

La OSPA, durante el concierto de ayer en el Auditorio.

La Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias desplegó este viernes sobre las tablas del Auditorio Príncipe Felipe y bajo el título “OSPA de Hoy” un programa actual y repleto de estrenos, bajo el patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA.

En efecto, la Sinfónica asturiana ha querido dar un paso al frente en su apoyo a los compositores actuales, diseñando para la ocasión un programa que reivindica la música de nueva creación y que estuvo integrado por un total de tres obras, la más lejana en el tiempo del año 2015.

Bajo la experimentada dirección de Baldur Brönnimann, la OSPA hizo frente al primero de los retos de la velada musical: “Chorós Chordón”, de la compositora surcoreana afincada en Berlín, Unsuk Chin. Compuesta originalmente en 2017, pero revisada hace tan solo un par de años y estrenada anoche en España, la pieza de Unsuk Chin dejó momentos muy cinematográficos y un interesante trabajo orquestal que gustó a un público con una media de edad sensiblemente inferior, más joven, de lo que es habitual en los conciertos del programa de abono de la orquesta asturiana.

Las dos siguientes obras tuvieron dos protagonistas muy especiales. Y es que Brönnimann no dudó en ejercer de maestro de ceremonias, micrófono en mano, para hacer preguntas tanto a Óscar Colomina i Bosch como a Jesús Rueda para que explicaran a los asistentes algunas de las claves necesarias para entender mejor sus composiciones.

“Entfaltung”, del valenciano Colomina, ahonda en la idea del desarrollo musical a partir de pequeñas ideas que irán floreciendo y experimentando un crecimiento que la OSPA supo materializar mediante un sonido compacto y unas entradas siempre ajustadas, que agradó visiblemente al público del auditorio,

Pero sin duda, el plato fuerte de la noche era el estreno de la “Sinfonía número seis” de Jesús Rueda, compositor madrileño premio Nacional de Música en 2004. Encargada por la OSPA y presentada bajo el título de “Flight into darkness”, esta obra de gran formato (y estructura a la manera clásica, esto es, en cuatro movimientos) surge de un viaje del compositor por Europa y, como el director Brönnimann afirmó, “quizá sea también un viaje a través de la pandemia”, donde la obra evoluciona desde una tónica oscura y de cierta densidad a una luminosidad notable, pasando siempre por un registro amplio de tintes épicos conjugados con líricas melodías, a los que la orquesta supo adaptarse en todo momento.

El animoso público del auditorio ovetense premió con sonoros aplausos el trabajo de orquesta, director y compositor, al término del concierto, que se prolongó hasta la hora y media de duración.

Compartir el artículo

stats