La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los bomberos de Oviedo incrementarán su plantilla en abril con siete bomberos en puestos interinos

Representantes sindicales y responsables del servicio se sientan hoy a negociar las condiciones de trabajo en medio de un conflicto laboral

La protesta de los bomberos, ayer, frente al Ayuntamiento. | Luisma Murias Ch. Neira / E. G. DíezCh. N.Nombre APELLIDO

Un cortafuegos para el incendio del servicio de bomberos de Oviedo. En eso podría convertirse, hoy, la reunión a la que están citados representantes de los trabajadores y de los responsables del área para negociar la actualización de las condiciones laborales. El concejal, José Ramón Prado, acude a ella con un argumento pacificador de peso, el anuncio de que incorporará en abril a siete bomberos interinos para que la plantilla llegue de forma inmediata a 74 trabajadores en la escala técnica, los mismos que sumarán cuando finalicen las convocatorias de empleo en marcha y las que se quieren lanzar este año.

El encuentro se produce en medio de un creciente conflicto laboral que el martes, mientras en el pleno se aprobaba la derogación del obsoleto reglamento de 1941, se evidenció con una movilización y posterior rueda de prensa de una mayoría de la plantilla del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS). Los bomberos dicen que falta personal y medios, y denuncian el desmantelamiento del servicio. Las quejas son muchas pero se evidencian en la merma de personal que ha sufrido la plantilla desde 2019 hasta la actualidad. Entonces eran 73 trabajadores con un mínimo de 10 por turno. Ahora son 67 y con un mínimo por turno de 9 que, dicen, se incumple sistemáticamente, como el pasado sábado o el lunes, que eran 8.

El punto de partida de las quejas del personal del servicio parte de la situación que se vivía entre 2018 y 2019 con la jefa del servicio, Carmen del Prado, ahora en comisión de servicios para ponerse al frente de Licencias. Con Del Prado, dicen los bomberos, había una “línea ascendente”, con una oposición que permitió llegar a 73 efectivos en la plantilla. En esa situación se decidió que había personal suficiente para subir el mínimo operativo a 10 y se planteaba que si en 2019 se siguen cubriendo vacantes se puede llegar a 11.

La partida de Carmen del Prado a Licencias supone, para el sector crítico –la mayoría de la plantilla–, el inicio de un proceso de deterioro que, entre jubilaciones y vacantes sin cubrir, con solo la incorporación de 3 interinos ha dejado en 67 los efectivos.

La situación, contemplada desde el punto de vista de los responsables del servicio, es diametralmente opuesta. Al menos en el diagnóstico y las perspectivas. Hay proceso ya activo de 4 plazas, que saldrá en breve, y hay otras 6 vacantes que se cubrirán a finales de año o comienzos del siguiente. En total son diez bomberos más que, al incorporarse y restar los tres interinos que ahora están trabajando, dejarán la plantilla en 74 efectivos, uno más que en 2019. Pero el concejal no quiere esperar a que se finalice todo ese proceso. “Como somos conscientes de las necesidades del servicio”, anunció ayer a este periódico, “a principios de abril incorporaremos siete bomberos interinos. Si no lo hemos hecho antes es porque necesitábamos esperar a la aprobación inicial del presupuesto, el pasado lunes, para tener la confirmación de nuestros planes para cubrir las vacantes de la plantilla”, explicó el concejal de Seguridad Ciudadana, José Ramón Prado.

El Ayuntamiento ofrece, también, otras lecturas distintas a los turnos mínimos del servicio. Por una parte, consideran que el Anexo V en el que figuran las condiciones laborales vigentes, documento con el que se sentarán a negociar hoy todas las partes, indica que el mínimo de efectivos de turno es de 9, y que solo se incrementará en la medida en que crezca la plantilla. De esta forma, fuentes municipales indican que el incremento al mínimo de 10 fue una cuestión puntual que no duró mucho tiempo y con las primeras vacantes tuvo que volverse a 9. Sobre el incumplimiento de este mínimo en jornadas recientes, estas mismas fuentes indican que esos 8 efectivos son el resultado de una medida de presión por parte de la plantilla. Cuando falta un trabajador, por el motivo que sea, y el número cae de 9 a 8, se empieza a llamar a todos los trabajadores para que se incorporen a hacer extras y mantener el mínimo. Estos dos días, aseguran, se llamó a toda la plantilla y nadie quiso ir a reforzar el turno.

Presiones al margen, el acuerdo de las condiciones laborales lleva sin actualizarse desde 2012 y puede ser, hoy, el punto de partida de una pacificación del servicio de bomberos de Oviedo. Tendrán que trabajar mucho. Los trabajadores suman una larga lista de reivindicaciones que incluyen desde la modernización de los sistemas informáticos al conflicto para que el dinero que el consorcio de aseguradoras, Unespa, da al Ayuntamiento se traduzca en inversiones para el cuerpo y no vaya a pagar salarios, pasando por la regularización de una segunda actividad vinculada a la centralita. Muchos focos para una negociación difícil.

Compartir el artículo

stats