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Los enfermeros se concentran en Oviedo para pedir refuerzos: "Menos palmas, más recursos"

El sindicato SATSE, junto a los fisioterapeutas, inician protestas para reclamar más “medios” para fortalecer la atención primaria en Asturias

Los enfermeros salen a la calle para exigir un refuerzo de las plantillas: "Estamos diezmados, necesitamos 300 efectivos como mínimo"

Los enfermeros salen a la calle para exigir un refuerzo de las plantillas: "Estamos diezmados, necesitamos 300 efectivos como mínimo" Irma Collín

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Los enfermeros salen a la calle para exigir un refuerzo de las plantillas: "Estamos diezmados, necesitamos 300 efectivos como mínimo" José Luis Salinas

Sobrecargados de trabajo, cansados y sin personal. Así aseguran sentirse las enfermeras y los fisioterapeutas asturianos tras dos años de pandemia que han ido erosionando su ánimo y que, según su versión, está sacando a la luz las costuras del sistema sanitario. Bajo el paraguas de esas reflexiones iniciaba este jueves el Sindicato de Enfermería SATSE una serie de movilizaciones para reclamar más medios –económicos y de personal– con los que poder digerir la explosiva carga de trabajo que llevan meses sufriendo. En Asturias, según los cálculos de la secretaria general de la central, Belén García, serían necesarios 300 enfermeros para mejorar la atención en los centros de salud de la región. Ante esta situación, el sindicato ha decidido emprender una oleada de protestas con las que intentar torcer el brazo a la administración y forzarla a reforzar las mermadas plantillas. La primera de estas protestas tuvo lugar en la mañana de este jueves en Oviedo frente al centro de salud de La Lila. “Hoy es la primera de las movilizaciones que hemos iniciado en todo el Estado –la hicieron delante de centros de atención primaria de todas las capitales de provincia de España–, pero dentro de unos días continuaremos con una serie de movilizaciones frente a los hospitales hasta que se escuche nuestra voz y hasta que los Gobiernos y partidos políticos dejen de mirar para otro lado una vez que ha pasado lo peor de la pandemia”, ha señalado.

La protesta que se celebró en la capital asturiana congregó a más de medio centenar de enfermeros equipados con una enorme pancarta en la que se podía leer: “Salvemos la atención primaria”. Durante la concentración corearon proclamas del estilo: “Menos palmas, más recursos”; “Las enfermeras del Sespa estamos hasta la cresta”; “La Primaria sin recursos ya no acepta más discursos” o “De tu salud yo me ocupo, por eso al Sespa reivindico mi cupo”.

¿Cuáles son las reclamaciones de los enfermeros? Hay dos vías, la regional y la estatal. “A nivel nacional estamos pidiendo el desbloqueo de una vez por todas de la tramitación de la ley de seguridad del paciente, que nos permitiría tener unas ratios adecuadas de enfermeros en todos los centros sanitarios y sociosanitarios”, asegura.

Según las cuentas que maneja el sindicato la ratio de enfermeros de España está “prácticamente a la cola de todos los países europeos”, según García. Y agrega: “También reclamamos que los enfermeros puedan tener acceso a la jubilación anticipada, algo que es inconcebible que no puede ser a estas alturas”.

También hay reclamaciones mucho más particulares, a nivel regional. “Queremos mejoras laborales y retributivas”, explicó, “aquí en Asturias estamos en el puesto catorce de comunidades autónomas en cuanto a salarios”. No solo es una cuestión económica. “En la región tenemos unas plantillas diezmadas en la atención primaria, las sustituciones (por bajas del personal) son inexistentes”, protesta, “hay algunos centros en los que faltan cuatro o cinco enfermeros. Eso supone que los que están presentes, los que van a trabajar, tienen que asumir las cartillas (la carga de trabajo) de los compañeros, cuando ya de por sí tienen bastante carga laboral”. Con todos esos datos sobre la mesa del debate, García concluye que el SESPA necesitaría “unas 300 enfermeras más para poder dar una atención adecuada”. El sindicato añadió: “Nos encontramos en una situación crítica en los centros de salud, en los que una enfermera o enfermero tiene hasta 2.500 personas asignadas, mientras que en muchos de ellos no hay ni un solo fisioterapeuta”. Un laberinto.

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