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Indignación entre los vecinos del Serrucho, en Oviedo, por la pintura de uno de sus bajos

Los propietarios denuncian que la protección del inmueble impide la actuación realizada

El bajo del edificio del Serrucho, ayer, en plena intervención. | Miki López

Los vecinos del número 15 de la calle Cervantes, el popular Serrucho de Álvarez Castelao, asisten indignados a una obra en uno de los bajos comerciales del inmueble que contraviene, consideran, las normas de protección del edificio, que forma parte del Catálogo Urbanístico del Concejo de Oviedo.

En concreto, los vecinos claman contra la pintura exterior, de un llamativo azul marino, del bajo. Una intervención que comenzó el viernes, con el objeto de adecuar el inmueble a un nuevo uso comercial. La actuación ha molestado a los vecinos tanto por afectar a la imagen global del edificio como por el hecho de que las estrictas normas de protección impiden a los propietarios realizar cualquier tipo de actuación en las fachadas que pueda suponer una alteración estética relevante.

Los administradores del Serrucho insisten en denunciar este doble rasero que se está aplicando entre el bajo comercial y sus representados, a los que no se deja realizar intervención alguna ni en la fachada ni en el portal si no es bajo una serie de criterios muy estrictos.

El elevado grado de protección (Integral Singular, según consta en el catálogo) responde a la relevancia histórico-artística del inmueble. Diseñado por Ignacio Álvarez Castelao y edificado en 1958, el Serrucho está considerado uno de los edificios más innovadores de su época, y está incluido en el registro Docomomo Ibérico. Los administradores del edificio están ya recopilando información para comprobar si esta intervención cuenta con los pertinentes permisos, ya que creen que incumple las condiciones estéticas específicas que se exigen a los propietarios en el Catálogo Urbanístico, y en caso de comprobar que no es así interpondrán una reclamación en el Ayuntamiento.

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