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San Juan de Priorio, la iglesia de las serpientes de Oviedo

El templo románico reúne una singular presencia de reptiles en sus canecillos, que estudia el historiador local Ángel de la Fuente

Ángel de la Fuente señala la portada de la Iglesia de Priorio LUISMA MURIAS

La serpiente, símbolo de pecado y traición. El reptil repudiado del que se huye y al que se ahuyenta o se da muerte. Pero también un animal con significado oculto si uno se para a analizar las Sagradas Escrituras y la simbología que esconden. El historiador local Ángel de la Fuente, amante de la historia y de su localidad natal, San Juan de Priorio, se puso manos a la obra y decidió indagar con minuciosidad acerca del significado de los seis canecillos de este monumento románico que muestran varias sierpes en diferente disposición. “La historia también las describe como animal astuto y prudente, como la invitación al conocimiento”, asegura el estudioso. Incluso los abuelos recomendaban los beneficios de su muda para calmar el malestar de cabeza. “Son referencia de sabiduría”, asegura el historiador.

No es De la Fuente el primero en adentrarse en esta curiosa simbología. Hace décadas, el que fuera director del Museo Arqueológico Carlos María de Luis escribió una crónica sobre esta presencia en el monumento de Priorio en las páginas de LA NUEVA ESPAÑA. Fue de la mano de este investigador como De la Fuente descubrió la mitología que alberga la iglesia de San Juan. Que además es el templo asturiano que más reptiles acoge en su arquitectura: hasta un dragón aparece en uno de sus modillones.

A la izquierda las serpientes que representan lo terrenal y celestial. A la derecha, dos serpientes devoran dos sapos. LUISMA MURIAS

Todas las serpientes de la fachada se encuentran representadas en disposición vertical, lo que ya de por sí esconde un significado. “Representan la dualidad entre ellas y el ser humano”, explica el experto, cuya teoría es que el autor quiso representar el alcance de la condición humana mediante la verticalización: “Si te encuentras una culebra, antes de atacar se yergue”, señala.

El Uróboro, víboras entrelazadas que se muerden la cola LUISMA MURIAS

El uróboro o víbora que se muerde la cola “a modo de los anillos de la marca de vehículos Audi”, explica De la Fuente con afán didáctico, representa el círculo de la vida, la muerte y el retorno del alma cristiana mediante la resurrección: “El reptil se arrastra por el suelo, pero también muda. Es el juego de la dualidad terrenal y proteica”, añade el historiador. Este concepto ya se representaba en el Antiguo Egipto. El caduceo de Hermes –dos serpientes alrededor de un palo con alas– es símbolo del hermetismo, la sabiduría y la fertilidad. Las dos serpientes que están comiendo sapos representan el fin de la lujuria. Y las otras dos que devoran un pez –símbolo de la eucaristía– y rodean un cielo con estrellas de cuatro puntas “convocan a lo celeste y lo terrena”, cuenta De la Fuente.

El caduceo de Hermes LUISMA MURIAS

Por último, en el arco de medio punto que corona la entrada a la iglesia aparece esculpida la mano de San Juan con un cáliz del que sale una serpiente. Ese detalle representa , según Ángel de la Fuente, “el momento en el que intentan envenenar al apóstol, de manera que la ponzoña cobra la forma de ese animal, que en este caso se asocia con la muerte”. Son secretos que encierra la iglesia de Priorio y que resultan desconocidos a los profanos. Hasta hoy.

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