Diez meses de entrenamientos y partidos ambulantes. Así han padecido los 110 niños y jóvenes del Club Peña Beryma las obras para mejorar la infraestructura del campo de fútbol de Matalablima. El campo, que comparten con el Guillén Lafuerza, parece encontrarse a las puertas de su reapertura, tal y como han asegurado desde la concejalía de Deportes a los integrantes del Beryma.
La semana pasada, el Ayuntamiento anunció que no había recepcionado la obra y que había dado a la empresa encargada de llevarla a cabo, Urban Global 2018, un plazo de 10 días para subsanar los defectos que aún mantenían clausurado el campo: riego, portería, redes de fútbol 8 y reparación de los banquillos. También avisaron de que pasado el periodo se recepcionaría el proyecto y de no estar solventados los problemas se haría cargo de ellos el Consistorio.
El viernes finalizó el proceso y ayer la junta directiva del club fue informada de que la compañía Contratas Piñera está trabajando para solucionar los arreglos pendientes a la mayor brevedad posible. Queda por presupuestar la instalación de las porterías de fútbol 8 y, si todo transcurre con normalidad, los jugadores pronto podrán volver a pisar su campo.
Esta noticia ha sido acogida con gran alegría por parte de padres, socios, plantilla y entrenadores que hasta el momento se las ingenian para entrenar en otros campos como La Carisa o La Pixarra –cuyas dimensiones no se ajustan a las necesidades de algunos de los equipos del club– e, incluso, ocupaban parques y aparcamientos para dar patadas al balón. Además, la inhabilitación de las instalaciones impedía hacer uso de la lavandería y la zona de oficinas, lo que dificulta las gestiones administrativas y obliga a lavar la ropa en las casas.
Con un poco de suerte pronto se confirmará la, cada vez más cercana, reinauguración de Matalablima.