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El menor detenido por agredir a un joven en Oviedo estaba de permiso del centro de Sograndio

La Fiscalía pide que el adolescente siga recluido en el equipamiento del que estaba a punto de salir tras cumplir condena por un delito anterior

La calle marques de Gastañaga. IRMA COLLIN

El menor detenido a las cinco de la mañana del domingo en la calle Marqués de Gastañaga tras ser acusado de la brutal agresión sufrida por otro joven de 19 años es un interno del centro de menores de Sograndio que disfrutaba de un permiso a escasos días de terminar su reclusión forzosa por un delito anterior. Fuentes de la Fiscalía del Principado de Asturias desvelaron este detalle al mismo tiempo que dieron a conocer la intención de su sección de menores de solicitar que el adolescente continúe interno hasta que se resuelva la causa penal.

Fuentes consultadas por LA NUEVA ESPAÑA apuntan a que el joven de 17 años aprovechó el permiso para salir de fiesta y por motivos que se desconocen habría utilizado un objeto contundente, posiblemente una botella o un puño americano, para golpear al agredido. A consecuencia del golpe, el chico sufrió una aparatosa brecha en la cabeza por la que tuvo que ser trasladado al HUCA junto a otra chica que le acompañaba y precisó de atención tras sufrir varias lesiones, en su caso de carácter leve.

Fueron los agredidos quienes denunciaron los hechos a la Policía Nacional. Los agentes detuvieron al varón de 17 años poco después y lo pusieron a disposición de la Fiscalía de menores, la cual tuvo en cuenta los antecedentes del arrestado para solicitar como medida cautelar su continuidad en el mismo centro de menores donde hasta ahora permanecía interno como castigo por una actuación delictiva previa.

La investigación sobre unos sucesos cuyos detalles todavía generan dudas sigue abierta. Si bien los heridos aseguran haber sido agredidos sin que anteriormente se hubiese producido enfrentamiento alguno, el detenido sostiene que fue el herido grave el que le agredió lanzándole una botella. Según relato en su declaración, los golpes recibidos por el joven que tuvo que ser ingresado en el hospital fueron en defensa propia.

La víctima más perjudicada fue intervenida de emergencia para extraerle varios cristales del cuero cabelludo y saturarle la profunda brecha que le causaron los golpes del agresor. Según fuentes cercanas a la investigación, el herido aseguró no conocer de nada a su presunto agresor.

El suceso reaviva la preocupación por la seguridad en la zona de movida de la ciudad a escasas semanas de que empiecen a funcionar las trece cámaras del sistema de videovigilancia con el que el Ayuntamiento de Oviedo aspira a resolver o al menos mitigar los casos de violencia en la zona de bares de copas durante las noches del fin de semana. Tanto esta agresión como la nueva oleada de grafitis han vuelto a poner de relieve los principales problemas que vienen denunciando por los vecinos del Oviedo Redondo.

El Consistorio pretende que las nuevas cámaras sirvan de herramienta para que la Policía Local pueda controlar en vivo y durante las 24 horas del día los principales focos de conflictividad del barrio. La calle Mon, las plazas de Sol y del Paraguas y varios viales anexos serán, junto con la plaza del Ayuntamiento, los principales puntos de videovigilancia de un barrio que en el último año ya incorporó diariamente el novedoso servicio de la policía de proximidad, aunque de momento sus patrullas se concentran en el horario diurno.

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